El cubrebocas puede representar un riesgo potencial para la salud si se utiliza de manera inadecuada, afirmó la directora general del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el sida (Censida), Alethse De la Torre Rosas.
En conferencia de prensa, señaló que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cubrebocas causan una falsa sensación de seguridad, llevando a las personas a disminuir la adherencia a acciones críticas como sana distancia e higiene de manos.
Además, puede ocasionar lesiones en piel, dermatitis y acné; dolor de cabeza y dificultad para respirar; autocontaminación al realizar la manipulación del cubrebocas y posteriormente tocar ojos, nariz y boca; y amplificación si no se cambian.
«Cuando se tienen estos cubrebocas y se dejan por horas o humedecidos, cambian estas condiciones de humedad y pueden llegar a tener un incremento en la replicación viral», indicó.
A pesar de esto, mencionó que el uso comunitario del cubrebocas tiene beneficios potenciales, debido a que disminuye la exposición de un individuo antes de que desarrolle síntomas.
Esto, sin embargo, «siempre y cuando se cumplan con otras precauciones como higiene de manos, no tocar cara y mantener una sana distancia», agregó.
Agregó que para el uso comunitario del cubrebocas se debe considerar el tipo de ocupación como aquellas en las que se tiene contacto cercano con personas, grupos de riesgo para complicaciones, imposibilidad de mantener sana distancia y capacidad de implementación.
Por su parte, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, afirmó que no existe evidencia científica de su uso generalizado tenga un impacto positivo en la reducción de contagios
«Hay ventajas potenciales del uso del cubrebocas en ciertos espacios, en ciertos momentos, en ciertas condiciones, pero no es una solución para todos los espacios», apuntó.