Lisboa, 5 Jul (La Crónica de Hoy).- La cantante Madonna se ha convertido en un dolor de cabeza para sus vecinos en Lisboa y ha desatado una tormenta política que golpea de lleno al Ayuntamiento de la ciudad por un ventajoso acuerdo que permite a la cantante estacionar una flotilla de 15 vehículos de lujo con tarifa reducida.
La «chica material» utiliza un terreno municipal para aparcar su flota por 720 euros al mes, muy por debajo del precio de mercado en Lisboa, donde aparcar es una pesadilla y una plaza en un parking privado se alquila por entre 120 y 150 euros mensuales, en función de la zona.
El terreno está detrás del Palacete Pombal, un edificio histórico propiedad del consistorio y muy próximo a la residencia de la cantante, el Palácio Ramalhete, una construcción del siglo XVIII cerca del río Tajo, que antes fue utilizado como hotel boutique.
Los vecinos consideran que el Ayuntamiento beneficia a la cantante estadounidense y la polémica ha crecido en las últimas horas hasta convertirse en uno de los temas estrella de la agenda política e informativa de Lisboa.
«En nuestra junta (barrio), quince o veinte estacionamientos ya hacen una gran diferencia», lamentó Luís Newton, portavoz del barrio de Estrela, considerada una «zona de gran presión» para conseguir aparcamiento.
Newton ha denunciado en una cadena de televisión local que durante los últimos dos años ha tratado, sin éxito, de conseguir nuevas plazas de aparcamiento para los vecinos.
La polémica ha llegado a las tertulias televisivas, que han abierto los micrófonos a los vecinos de la zona.
«Si gana tanto dinero, debería pagar por el aparcamiento las 24 horas del día», defendió Pedro Lopes.
En la tormenta ha intervenido también el presidente del Automóvil Club de Portugal (ACP), Carlos Barbosa, para quien es «completamente surrealista» y una «vergüenza» el trato de favor hacia la cantante: «Es una ciudadana más, tenga más o menos dinero que el resto», añadió en una entrevista con la cadena Sic.
El dirigente del ACP lamentó que, con un transporte público que definió como «francamente malo», el Ayuntamiento no haya creado más estacionamientos en la ciudad, que en los últimos años ha perdido a «cerca de 200.000 habitantes».
A su juicio, el caso de Madonna es una nueva demostración del proceso de gentrificación que vive la capital lusa, donde el precio de la vivienda se ha disparado en los últimos años alimentado por las ventas inmobiliarias de las zonas turísticas, que han sido «compradas por extranjeros o reconvertidas para Airbnb», agregó Barbosa.
«No tiene sentido que no haya estacionamientos en Lisboa, porque fueron el Ayuntamiento y el Gobierno quienes expulsaron a los lisboetas», denunció.
Un proceso animado por la presencia de conocidos personajes de la farándula de todo el mundo, como los actores Michael Fassbender, que adquirió un apartamento de lujo en el barrio de Alfama; John Malkovich, que es socio de varios restaurantes y una discoteca; y Scarlett Johansson, que también tiene casa en Lisboa.
Para Barbosa, el alcalde lisboeta, Fernando Medina, se ha visto «asombrado» por las celebridades. «Es un sinsentido», insistió.