El cáncer se ha convertido en la tercera causa de muerte en México, ya que cada año se registran más de 190 mil nuevos casos y más de 83 mil decesos, situación que requiere mejores estrategias de financiamiento para abatir la enfermedad, señaló la doctora Laura Suchil.
La jefa del Departamento de Vinculación Institucional del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), recalcó que ante el crecimiento de la enfermedad, aumenta la demanda de mejores prácticas para su atención, lo que genera cada vez más costos a los sistemas de salud y al gasto de las familias, éste último del 47 por ciento.
La especialista indicó que las enfermedades crónicas no transmisibles representan el 90 por ciento de las estimaciones del gasto en el mundo y que el gasto en salud a nivel internacional es del 10 al 12 del Producto Interno Bruto (PIB).
En conferencia de prensa, Laura Sichil explicó que en México el financiamiento total en salud proviene de dos fuentes: la pública y la privada, y que del dos al tres por ciento del total del presupuesto se dedica a salud.
Sostuvo que si bien se esperan mayores recursos para el ejercicio 2020, es necesario que como en otros países se busquen estrategias para mantener la sustentabilidad financiera en una era de creciente demanda en costos de atención.
“Estamos convencidos plenamente que el gasto en salud es una inversión, su aplicación refleja mayor número de años de vida saludable que incrementa también la mayor productividad”, comentó.
Explicó que para ello el INCan, en colaboración con la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) y City Cancer Challenge (C/Can) realizarán el foro Modelos de Financiamiento del Cáncer, así como la Reunión Liderazgo en Acción entre el 1 y 3 de octubre, a fin de explorar los mejores esquemas de financiamiento para el control y la investigación del cáncer en México.
Adelantó que entre las estrategias se planteará el consenso de medicamentos, insumos y equipos médicos prioritarios para el manejo del cáncer a través de fondos de inversión; establecer un control para compras con esquemas de pagos de resultados; generar un tratamiento estandarizado, y actualizar los programas académicos actuales.