«Ya basta», dijo el martes la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y pidió «actuar» para el control de armas después de un tiroteo en una escuela de Texas que mató a 14 niños y un maestro.
Nuestros corazones se siguen rompiendo», dijo, refiriéndose a la letanía de tiroteos en escuelas en Estados Unidos.
Tenemos que tener el coraje de actuar», comentó ante los medios.
En Estados Unidos, los tiroteos son una plaga constante que los sucesivos gobiernos han sido incapaces de erradicar, dado que muchos estadounidenses siguen apegados a las armas.
El 30% de los adultos posee al menos un arma de fuego.
Es el caso particular de Texas, escenario este martes de una tragedia que revivió la pesadilla de los tiroteos en centros educativos: el sureño es uno de los estados donde es más fácil adquirir un arma.
En 2015, el gobernador Greg Abbott dijo sentir «vergüenza» de que Texas fuera «solo» el segundo estado en materia de compra de armas de fuego.
El presidente Biden, quien ordenó que las banderas patrias se izaran a media asta, prometió durante su campaña que actuaría en este frente.
En abril de 2021, dio a conocer un plan limitado contra la «epidemia» de la violencia armada.
Sin embargo, consciente de que no está en posición de impulsar acciones audaces debido a su estrechísima mayoría en la Cámara de Representantes, se ha conformado hasta ahora solo con pequeñas medidas.
Excelsior