Hoy, la furia del verano hizo de las suyas; te traemos la trágica historia de una turista que pretendía tener un día relajante en la playa, pero, a cambio, fue empalada por una sombrilla.
Lo que pasó:
El lunes, una turista británica de 67 años que estaba de vacaciones en la costa de Jersey fue hospitalizada después de que una ráfaga de viento en la playa arrancó una sombrilla de la arena y la mandó volando atravesando el tobillo de la mujer como una lanza, informa ABC 11.
El personal de emergencia encontró a la mujer, Margaret Reynolds, con el tubo de metal del paraguas pegado directamente a su tobillo. Con la ayuda de unos alicates, cortaron el paraguas en pedazos y liberaron a Reynolds, para que pudieran llevarla a un hospital cercano.
«Era un día hermoso y de repente una ráfaga de viento hizo volar el paraguas», dijo Reynolds más tarde, según NJ.com. «Fue un accidente».
De acuerdo con el New York Post, Reynolds está en «buenas condiciones» y al parecer tomó el asunto con buen humor, especialmente considerando el hecho de que solo estaba tratando de relajarse en la playa y se dejó engañar por una sombrilla malvada –pero, ¿quién es el verdadero culpable de este supuesto «accidente»?
El peligro:
A primera vista, parecería que la culpa recae directamente en la sombrilla: después de todo, fue ella quien hizo el daño. Pero, ¿cómo es posible que un accesorio de playa inocente esté lo suficientemente afilado como para perforar la carne humana? Ya que este tipo de percances no le sucede a la mayoría de los bañistas, las malas intenciones fueron las del viento. Si una violenta ráfaga de viento puede hacer esto, ¿qué no puede hacer? Lo cual, según un espectador, es exactamente lo que sucedió:
«Una ráfaga de viento fuerte golpeó algunas sombrillas y una de ellas voló contra la señora», le dijo Ricky Zepeda al New York Post. «Tan pronto como pasó, ella gritó, ‘¡Mi pierna!'»
La sombrilla en sí no era más que una herramienta, en este caso, pasó de ser una protección contra el sol a una lanza voladora mortal gracias a una sola ráfaga de viento. ¡A la mierda el viento!
Lugares que debemos evitar a toda costa:
Como si necesitáramos otra razón para no ir a la playa.
La paya puede parecer un paraíso arenoso, pero esa capa superior de arena que atravesaste descalza con tanta alegría está cubriendo una aterradora serie de jeringas, brasas ardientes y gusanos que se arrastran dentro de tu trasero. Además, existe la constante amenaza del cáncer de piel causado por el sol. Entonces debes preocuparte por el protector solar, ah, y no te olvides de la marea alta.
Ahora, además de todo eso, también existe la posibilidad de que te perfore una sombrilla. Lo siento, pero el verano tiene muchas formas crueles e ingeniosas de arruinar tu vida, pero ninguna más horrible que en la playa.
Nivel de amenaza:
Afortunadamente, Reynolds solo sufrió daños menores por el paraguas, ya que solo le perforó el pie, pero todo podría haber sido mucho peor. Simplemente un breve cambio en la brisa podría haber mandado ese poste directamente a su intestino y podría haber sido mortal. La lanza del paraguas volador puede no haber sido fatal en este caso, pero definitivamente tiene potencial.
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