A menos de 24 horas de haber sido operado, Carlos Salcedo no sólo fue dado de alta de la clínica de Houston, sino que tomó un avión y viajó hasta Guadalajara para visitar a familiares.
Con el hombro izquierdo protegido con un cabestrillo, el defensa del Eintracht de Frankfurt se mostró sincero, al revelar que si no alcanza a recuperarse al cien por ciento, él mismo renunciará a jugar la Copa del Mundo con el Tri en Rusia en junio.
«Hablé con el Profe Osorio y hablamos bien, le dije que iba a ser honesto, que si alcanzaba a llegar al Mundial iba a llegar de la mejor manera y si no, seré honesto con él y así lo acordamos», declaró el seleccionado al pisar territorio tapatío.
«Me dieron de seis a ocho semanas para volver, dependiendo de la evolución, pero hay que ver si no hay una recaída, para que quede firme el hueso, habrá que hacer estudios en algunas semanas, entonces sí se corre un riesgo, pero ya estoy con ganas de comenzar mañana la rehabilitación».
Salcedo fue reconocido por la gente al verlo salir por la salada de llegadas internacionales en el aeropuerto de Guadalajara, tras ser intervenido de la fractura de clavícula que sufrió el partes en el duelo ante Croacia, la segunda en menos de 9 meses.
Antes se fracturó durante la Copa Confederaciones del 2017 y en esa ocasión volvió a la actividad a los tres meses. Hoy sólo tiene 78 días para hacerlo y estar en la lista definitiva.
«Cuando caigo escucho que truena el hueso, y pasó algo similar a la primera vez, que me empecé a marear y a sentir eso (…) pero es parte de. Siempre el jugar para la Selección es lo máximo a lo que uno aspira y siempre que tenga la oportunidad de estar ahí, lo voy a hacer», recordó Salcedo.
«He tenido cosas más difíciles en mi carrera que me ha tocado pasar, entonces esto lo tomo más tranquilamente. Trato de no agobiarme por lo mismo, para no generar estrés».
Salcedo recibió la autorización de su club para comenzar la rehabilitación en la ciudad, pero tendrá un sistema de monitoreo constante para volver a los entrenamientos en al menos seis semanas.
«La verdad tranquilo, lo tomé ameno, la verdad pensé que me iba a pegar más, pero estoy mentalizado a que si me toca jugar, adelante. Y si no, voy a apoyar a mis compañeros desde afuera y como un aficionado más», insistió el ex zaguero de Chivas.
Carlos estuvo al tanto también de la operación de Néstor Araujo, su compañero de equipo, lesionado de la rodilla en el mismo juego y ya operado desde el miércoles.
«Me quebré al ver que todos mis compañeros me mostraron su apoyo, y también le deseo pronta recuperación a Araujo, porque también merece estar ahí y mientras haya esperanza vamos a tratar de llegar y si no, vamos a apoyar como locos fuera del campo», afirmó.
Con información de Cancha