Ciudad de México, 4 Jul (La Jornada).- Una forma de honrarnos, viajar, reír y compartir es la consigna de Rock en tu Idioma Sinfónico, concepto musical que rememora la cofradía del rock que existió hace algunas décadas.
Sabo Romo, artífice –junto con su mánager Eliseo Reyna– del proyecto musical, que suma cinco años de vida activa y siete de haberse creado, explicó en entrevista con La Jornada que se busca seguir en la onda de cuando nos conocimos y nos apoyábamos; por ejemplo, si tocaba Café Tacvba nosotros íbamos o si tocábamos nosotros iban también a vernos… ésto se fue diluyendo con el paso del tiempo.
El productor y bajista ha convocado desde 2015 a músicos como Humberto Calderón y Sergio Santa Cruz (Neón), Cecilia Toussaint, Piro Pendás (Ritmo Peligroso), Arturo Ybarra (Rostros Ocultos), Bon (Bon y Los Enemigos del Silencio), Leonardo de Lozanne (Fobia), Héctor Quijada (La Lupita) y Ugo Rodríguez (Azul Violeta).
Este espectro artístico se ha extendido y arrancarán gira con el concierto que ofrecerán el 23 de julio en la Arena Ciudad de México, donde también acudirán Dr. Shenka (Panteón Rococó), Salvador Moreno (La Castañeda), Rubén Albarrán (Café Tacvba), Jonás (Plastilina Mosh), que entre otros artistas, sumarán 30 sobre el escenario, además de la Camerata Metropolitana y el Coro Euterpe.
Desde el primer boceto de Rock en tu idioma Sinfónico, siempre tuvimos el apoyo de Rafa Sánchez, Marciano Cantero, Miguel Mateos, Javier Gurruchaga, Abulón (Ricardo Flores), Paco Familiar o María Barracuda, pero seguimos sumando artistas porque entendemos que este proyecto no es un premio, ni el club de Sabo y sus amigos, sino que nos gusta estar juntos, salir a tocar, pero además somos amigos y esto ha resultado balsámico.
Lo cierto, agregó Romo, es que me falta un montón de banda y me gustaría sumar a Kerigma, Los Toreros Muertos, Radio Futura y, en México, existen muchos grupos que tuvieron grandes momentos y otros aún lo tienen.
Incluso, destacó Romo, “todos estamos activos con diversos proyectos, somos movidos e inquietos; en mi caso tengo SA’nTA con Tania Libertad, concepto a piano y voces; además del proyecto progresivo AUA con Alter Tewel, así como giras y colaboraciones con otros amigos”.
En el concierto en la Arena Ciudad de México, dijo que llegará una parte del elenco del primer volumen; otra del segundo y vamos a aprovechar para grabar el lado A, del tercer volumen, lo cual será así, debido a que estamos sujetos a la logística y agendas de los demás músicos; somos un todo en el que tenemos que estar adecuándonos todo el tiempo.
Además, destacó, “será una celebración por el hecho de regresar a tocar tras la pandemia y entre el repertorio se escucharán Marielito, Lobo hombre en París, Mátenme porque me muero, Carretera, Kumbala, así como una partipación donde estarán juntos María Barracuda y Jonás”.
Sobre su aportación al rock en español, Sabo Romo comentó: “Soy parte del continuose del empezose, porque nuestro rock en tu idioma nace en la década de los 50 con Gloria Ríos y luego fueron Enrique Guzmán y César Costa, entre otros, aunque mucha gente no lo considere, pero son parte importante; así como nosotros somos precursores de bandas como DLD, Zoé, Camilo Séptimo o Siddhartha, que –posiblemente– vienen de habernos escuchado”.
Ahora más que rescatar el rock en español, diría que no estamos aquí para educar a nadie, ni concientizar, cero, sino para entretener; me considero un entretenedor y quiero que la gente se fije en la vigencia de los artistas y redescubran canciones gigantes.
Ésta es entonces, una gran oportunidad de juntar amigos y tocar nuestras rolas, que nunca pensamos que iban a ser canciones que superaran el paso del tiempo, pero ya lo hicieron y siguen vigentes; no hay que revivirlas, sino inyectarles bocanadas de energía y oxígeno chido.
Puntualizó: Estoy contento, orgulloso de lo que hemos logrado, de la carrera que tengo, que son 40 años, incluso toda mi vida de hacer, decir, pensar, exactamente lo que me da la gana y con quien me da la gana, y si a alguien no le gusta, no pasa nada.
Sobre lo que sucedió –finalmente– con Caifanes, donde era bajista, Sabo Romo respondió: “No tengo la menor idea, se me acabaron los adjetivos, no sé; un día, con el tema de la pandemia, empezaron a organizarse los autoconciertos y, en diciembre –mis hermanas– me enviaron el promocional del show de la banda y dije: ¡qué chido, no estoy!”.
Cabe mencionar –dijo– que el antecedente inmediato de esto fue el incidente que tuve en 2020 y luego la renegociación del contrato, pues de la oficina de Caifanes, me enviaron uno que no me gustó y pretendí que podía negociarlo porque no se parecía a los anteriores.
A mí me gusta la convivencia, pero no en sumisión; siempre he levantado la mano y cuando algo no me gusta no tengo empacho en decirlo, si no me late la canción o el manejo de la carrera o el video lo digo.
Pero cuando descubro, que entre el contrato que no me gustó y que habían pasado muchos años en los que sentía decepción de lo que podía aportar tanto artística, intelectual, jurídica y legalmente parecía que no tenían ningún eco, pues (lo sucedido) ya no me extrañó. Lo que sí me sigue llamando la atención, luego de dos años, es que toda la vida pensé que Caifanes era un club de amigos, pero cuando sucede esto me doy cuenta que no.
“Trabajé –sostuvo– más de 32 años para hacer de esa banda lo que es al día de hoy; ellos siguen y seguirán; ese éxito también es mío, las canciones también, todo esto que pasó por supuesto que me pertenece, pero no sé por qué no estoy ahí”.
Subrayó: “Me da pesar decirlo, pero lo voy a decir: nunca me habían corrido de ningún lado, jamás. No hubo capacidad de negociación y diálogo –por parte de Caifanes– luego de un contrato que no estaba de acuerdo con mis intereses”.
Actualmente todo eso afortunadamente está fuera de mi sistema; los honro, pasamos años increíbles, pero es extraño no saber qué pasó.
Con la convicción de que la música sana, salva y hace que uno se recupere de todos sus males, Sabo Romo promete una noche llena de magia con todos los músicos que lo acompañarán en la Arena Ciudad de México, el 23 de julio, donde el público recordará clásicos, los cuales quedarán inmortalizados en un disco en vivo.