San Sebastián, 11 Jul (El Informador).- El cineasta estadounidense Woody Allen comenzó a rodar esta semana su nueva película en San Sebastián (España), un homenaje al cine, alejado de la polémica por presuntos abusos sexuales que lo persigue a donde quiera que asiste, aunque al realizador la polémica se le resbala.
“Mi filosofía siempre ha sido que no importa lo que pase, uno se mantiene enfocado en el trabajo y sigue trabajando, sin importar lo que ocurra con tu vida, familia, niños, acontecimientos, política”, aseveró en la rueda de prensa para presentar el filme en la ciudad del Norte de la Península Ibérica.
“Me enfoco en el trabajo y eso es lo que realmente absorbe mi tiempo y mis esfuerzos”, dijo el veterano realizador de 83 años, al ser preguntado por el movimiento #MeToo, en el marco del cual tomaron nuevos bríos las acusaciones en su contra de su hija adoptiva Dylan Farrow.
“No pienso en los movimientos políticos o sociales, no estoy equipado mentalmente para tener mucho conocimiento sobre esas cosas”, dijo.
Allen siempre ha negado las acusaciones de haber abusado de Dylan cuando ésta tenía siete años, a principios de 1990.
En su momento, dos investigaciones no hallaron pruebas suficientes como para inculparlo, pero Dylan, respaldada por su madre adoptiva (y expareja del director) Mia Farrow y su hermano Ronan, renovó sus señalamientos en los últimos tiempos a la luz del movimiento #MeToo contra el acoso.
La polémica deterioró la imagen de Allen, llevando a varios actores que trabajaron a sus órdenes a distanciarse de él y a Amazon a romper un millonario contrato para producir y distribuir cuatro de sus filmes, algo recurrido en tribunales por el director, quien le reclama al gigante de la distribución 68 millones de dólares.
Su largometraje “A Rainy Day in New York”, parte de ese acuerdo, quedó en un limbo en Estados Unidos y será estrenado en salas en los meses siguientes en algunos países europeos.
En este adverso contexto, la película que rodará en San Sebastián a partir de hoy y hasta el 20 de agosto significa un soplo de aire fresco para el ganador de cuatro premios Oscar, con medio centenar de filmes en su carta de servicios.
A estrenarse el año que viene, se trata de una comedia romántica que girará precisamente en torno al Festival de Cine de San Sebastián, explicó Allen en rueda de prensa.
Protagonizada por Christoph Waltz, Wally Shawn, Gina Gershon, Elena Anaya y Sergi López, será un “homenaje a los grandes cineastas y grandes películas que han emergido a través de la historia de los festivales de cine”, anotó.
De hecho, la presentación de celebrada ayer tuvo lugar en el Kursaal, el emblemático palacio que cada septiembre alberga el Zinemaldia, el Festival de San Sebastián, que en 2004 le entregó a Allen el premio honorífico Donostia por su carrera.
En la rueda de prensa, Allen alabó los festivales de cine que “siempre rindieron homenaje a cineastas especiales que entendían el cine como una forma de arte”, pese a que admitió “sentirse preocupado de que hoy en día los festivales se preocupan mucho de las estrellas, la publicidad y el aspecto comercial de las películas”.
La película, aún sin nombre, será una nueva muestra de su idilio con Europa donde su cine ha sido tradicionalmente mejor recibido que en Estados Unidos.
“Espero y soy optimista de mi relación con las audiencias europeas continuará y que ellos seguirán divirtiéndose con mis películas”, comentó Allen.
El cineasta estadounidense Woody Allen anotó que el gobierno de Donald Trump ha generado el mejor humor satírico en años en Estados Unidos, porque pese a todo “la gente quiere reír”.
“Ha habido tanta crítica y tantas quejas” de la administración Trump “que se ha generado el mejor y más imaginativo humor satírico en años en Estados Unidos”.
“A veces, la tensión nerviosa y los eventos difíciles hacen (que la gente) se ría más fácilmente”, dijo el veterano director, actor y guionista.