Madrid, 1 May (El Informador).- Falta más de medio año para que llegue la temporada navideña, pero en el plano cinematográfico ya hay producciones en marcha. Una de ellas es la cinta estadounidense “Camino a Belén”, rodada en España, y donde la actriz Fiona Palomo será la víctima del rey Herodes, que interpreta el actor español Antonio Banderas.
De acuerdo con la sinopsis oficial, el largometraje que se ubicará años antes del nacimiento de Jesucristo, sigue a “Mary”, una joven con gran responsabilidad (Fiona) y a “José”, un hombre que se debate entre el amor y el honor (Milo Manheim), con la presencia de un monarca que hará todo lo posible para mantener su corona (Banderas). “Es un musical y mi personaje está en Israel antiguo, 20 años antes de Cristo; Banderas es nuestro villano. Es una joya que se acaba de filmar. ‘Mary’ es buena, muy buena; Banderas sí me hace sufrir, pero también nos divertimos mucho”, señala Fiona.
La película, indica, se rodó en idioma inglés, pero habrá muchos acentos. Al final, todo se situará en Nazaret. Su estreno mundial está programado para el mes de noviembre, con Brandt Andersen (Everest) y Steve Barnett (300) como productores y Adam Anders en la dirección.
“Hay montañas, desiertos, fueron varias locaciones, pero todas en España”, detalla la actriz.
Fiona, de 24 años, es hija del fallecido actor Eduardo Palomo (“Corazón salvaje”) y la también actriz Carina Ricco. Inició su carrera siendo una quinceañera en la serie “Gossip Girl: Acapulco”, y el año pasado debutó en cine con “¡Qué despadre!”, al lado de Mauricio Ochmann. Este año lanzaron “Nada que ver”, donde interpreta a una chica que pierde la vista. Actualmente, espera el lanzamiento de “El roomie”, con José Eduardo Derbez.
Este año, Fiona también estrenará el drama “Un actor malo”, sobre los abusos en la industria del entretenimiento, en donde las mujeres son la parte más afectada.
Jorge Cuchí (“50 o dos ballenas se encuentran en la playa”), el realizador, dijo en su momento que todo inicia cuando el personaje de Fiona acusa al de Alfonso Dosal de acoso.
“Afortunadamente no me ha tocado vivir algo como al personaje, pero sin duda se tienen momentos duros como mujer, como ser humano. Se me pone la piel chinita porque es algo con lo que todos pudiéramos identificarnos un poco. La película es humana, no toma un lado, sino una realidad”, considera.