Medidas individuales como el uso de recipientes desechables o bolsas de plástico biodegradables no son efectivas en el combate a la contaminación, pues representan una solución falsa, afirmó la organización Greenpeace México.
Aunque consideró un triunfo la prohibición de bolsas plásticas que entrará en vigor el 1 de enero de 2020 en la Ciudad de México, la cual prevé multas a las empresas que las vendan o entreguen, subrayó que lo importante es acabar con la economía de “usar y tirar”.
“Sustituir las bolsas plásticas por bolsas hechas con bioplásticos, bolsas compostables o biodegradables no es bueno para nuestro planeta”.
Greenpeace México explicó que muchos bioplásticos aún mantienen un alto contenido que proviene de combustibles fósiles, como el plástico regular; en tanto, los llamados biodegradables requieren ciertas condiciones que se dan exclusivamente en instalaciones de compostaje industrial.
Es decir, al usar estas opciones se sigue generando basura y, además, gran parte de las bolsas plásticas compostables no son funcionales en todos los municipios del país, como es el caso de la Ciudad de México.
Incluso alertó que sustituir las bolsas de plástico por las de papel “únicamente traslada la presión ambiental de la contaminación por plásticos a otras áreas, como la deforestación de los bosques, por lo que esto tampoco es una buena opción”.
La organización ambientalista recordó a las personas la importancia de no utilizar vasos, platos y bolsas de un solo uso, sino preferir contenedores y bolsas reutilizables, para asumir de lleno, desde lo personal, un cambio de hábitos y de formas de consumo.