Nos gustaría desembarazarnos para siempre del coronavirus, pero no. Ha venido para quedarse y hay países que este otoño están preocupados por la subida de casos. China es el caso más representativo, donde el número de enfermos diarios de covid-19 ha alcanzado una cifra récord desde el inicio de la pandemia, en medio de múltiples brotes y restricciones por todo el país.
El gigante asiático registró un total de 31.454 nuevos casos el miércoles, de los que 27.517 eran asintomáticos, indicó la Oficina Nacional de Salud de este país de 1.400 millones de habitantes. Hay brotes graves en varias ciudades importantes, incluida la capital, Pekín, y el centro comercial del sur, Guangzhou. El abril se registraron 28.000 casos y la ciudad más grande, Shanghái, fue cerrada.
Aunque las cifras oficiales de contagio son bajas en comparación con los estándares mundiales, China intenta acabar con todas las cadenas de contagio, lo que la convierte en una excepción mundial bajo una política emblemática del presidente Xi Jinping.
Los controles férreos se están imponiendo, pero los casos se extienden. La política de covid cero de China ha salvado muchas vidas en el país, pero también ha asestado un duro golpe a la economía y a la vida de la gente común, que empieza a estar desesperada. Sin embargo, la creciente ola de casos también se produce semanas después de que el país relajara ligeramente algunas de sus restricciones por el covid.
China redujo su cuarentena para contactos cercanos de siete días en una instalación estatal a cinco días y tres días en casa y dejó de registrar contactos secundarios, lo que permitió que muchas más personas evitaran tener que ponerse en cuarentena. Los funcionarios también han tratado de evitar la aplicación de bloqueos generales como los que sufrió Shanghái a principios de este año.
Pero ante un nuevo aumento de casos en Pekín, así como las primeras muertes por el virus registradas en meses, las autoridades locales ya han implementado algunas restricciones en varios distritos, con tiendas, escuelas y restaurantes cerrados. La ciudad central de Zhengzhou también impondrá un bloqueo efectivo para seis millones de residentes a partir del viernes, anunciaron las autoridades. En Pekín, por ejemplo, numerosos residentes, afirmaron haber recibido en los últimos días avisos de sus complejos residenciales en los que se les informaba de confinamientos de tres días.
También siguen a las violentas protestas en un vasto complejo industrial que pertenece al fabricante de iPhone Foxconn. Hay personas encerradas allá desde hace prácticamente un mes.
“Creemos que la reapertura será probablemente un proceso prolongado con altos costes”, escribieron los analistas de Nomura en una nota. La correduría recortó su previsión del PIB para el cuarto trimestre al 2,4% interanual desde el 2,8%, y también recortó su previsión de crecimiento para todo el año al 2,8% desde el 2,9%.
En un reconocimiento de la presión sobre la economía nacional, el Gobierno ha avanzado que China utilizará recortes oportunos en las reservas de efectivo de los bancos y utilizará otras herramientas de política monetaria para asegurarse de que hay suficiente liquidez, según informaron los medios de comunicación estatales el miércoles, un indicio de que un recorte en el coeficiente de reservas obligatorias (RRR, por sus siglas en inglés) podría llegar pronto.
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