Un vuelo de United Airlines que se dirigía desde el Aeropuerto Internacional de Newark Liberty a Roma (Italia) se convirtió en una experiencia aterradora el miércoles cuando el avión experimentó una rápida caída de más de 28 mil pies (unos 8 mil 530 metros) en tan solo 10 minutos, lo que llevó al piloto a revertir su rumbo y regresar al aeropuerto de Nueva Jersey.
El vuelo 510 de United Airlines, operado por un Boeing 777, transportaba a 270 pasajeros y 14 miembros de la tripulación cuando enfrentó un problema crítico relacionado con la presurización de la cabina, según informó un portavoz de la aerolínea a The New York Post.
El avión había despegado del Aeropuerto Internacional Newark Liberty a las 20:37 horas (locales) con destino al Aeropuerto Internacional de Roma-Fiumicino. Sin embargo, debido al inconveniente con la presión de la cabina, el piloto tomó la decisión de realizar un descenso rápido y cambiar el rumbo hacia el aeropuerto de origen.
El vuelo aterrizó de manera segura en el Aeropuerto Internacional Newark Liberty a las 00:27 de la madrugada, en lugar de continuar hacia Roma, según los registros de vuelo de FlightAware. Un vocero de United Airlines emitió un comunicado informando que el avión regresó a Newark «para abordar una posible pérdida de presión en la cabina». Sin embargo, aseguró que la presión en la cabina se mantuvo estable y que los pasajeros nunca estuvieron en riesgo.
La Administración Federal de Aviación (FAA) también confirmó que el vuelo experimentó un «problema de presurización», lo que llevó a la decisión de invertir el rumbo. Datos de FlightAware indican que antes de tomar la medida de regresar, el avión experimentó un descenso abrupto, lo que generó momentos de tensión a bordo.
Afortunadamente, los pasajeros con destino a Roma finalmente llegaron a su destino tras desembarcar del Boeing 777 y ser trasladados a otro avión proporcionado por United Airlines. El incidente, aunque aterrador, culminó sin lesiones ni incidentes mayores.
Excelsior