Ciudad de México, 18 May (El Informador).- La cinta “Llamas de venganza” (2022) llegó al cine recientemente; se trata de una nueva versión de la clásica novela de Stephen King que revisa la también clásica película de 1984, ahora con un guion de Scott Teems y la dirección de Keith Thomas pero, sobre todo, con el atractivo de contar en los papeles estelares con Zac Efron y la revelación del momento, Ryan Kiera Armstrong.

La historia nos conduce por los problemas que vive “Andy McGee” (Zac Efron) debido a sus poderes psíquicos, pero cuando se casa y tiene a su hija “Charlie” (Ryan Kiera Armstrong), el pasado vuelve a él en la forma de la organización que experimentó con su cuerpo antes y ahora persigue a su descendiente que, como él, tiene poderes, aunque de naturaleza distinta.

En entrevista, Efron destaca que se acercó a esta cinta “por Stephen King, quien ha creado mundos increíbles, ha escrito historias con elementos sobrenaturales que se proyectan en dilemas humanos, la familia y las relaciones; están hechas para la pantalla. Por eso, me emocioné cuando se dio esta oportunidad, y porque quería trabajar con Keith Thomas, el director”.

Los protagonistas de la historia —“Andy McGee” y su hija “Charlie”—exhiben una dinámica familiar única que Efron reconoce, “sí, la interacción familiar es interesante porque estamos huyendo y ocultándonos de forma constante, tratando de proteger a ‘Charlie’ de una oscura agencia de gobierno que la persigue por sus habilidades especiales”.

Opina Zac Efron que “Charlie”, la niña con poderes extraordinarios que interpreta Ryan Kiera Armstrong, “ha desarrollado con el tiempo habilidades de piroquinesis que se potencian con sus emociones, pero empiezan a salirse control. Por eso, no solo los padres notan que es más poderosa que cualquiera de ellos, y cada vez se vuelve más difícil ocultarla de la gente que desea usarla por las razones equivocadas”.

En una fuga épica, padre e hija huyen de aquellos que desean convertirla en un arma, y como asegura Armstrong, se trata de personas que “desean usarla para propósitos militares, y creen que podría ser capaz de provocar una explosión nuclear”.

Y en esta ruta de escape, los padres buscan mantenerla a salvo, pero difieren en cómo tratar su singularidad; por eso, dice Efron su personaje “de algún modo teme de sus propios poderes. Piensa que la mejor manera de estar a salvo es evadir sus poderes, esconderlos y no utilizarlos”; una opinión en la que Armstrong coincide: “Él quiere que su hija nunca use sus poderes, para cuidarla”.

Por otra parte, los problemas de “Charlie” pueden ser vistos como una metáfora de cómo lidiamos con el dolor, la pena y otras emociones durante el crecimiento, lo que en palabras de Armstrong es “¡cien por ciento! Me parece que aunque no estén en la misma situación de ‘Charlie’, cualquiera tiene distintos conflictos en la vida, de ese modo, el problema de mi personaje es una metáfora verdadera de aquello con que se asocie”.

Efron completa la respuesta: “Yo también creo que los poderes de ‘Charlie’ son una metáfora de la pena, la ansiedad y mucho de lo que padecemos al crecer. Aprender a navegar por esos sentimientos y emociones en la juventud es complicado. Y es un reto para los padres saber cómo ayudar a sus hijos a pasar por ello”.

Según los protagonistas de la cinta, la aportación de Keith Thomas en este proceso ha sido, nos revela Efron, “fantástica. Keith tiene un ojo increíble, instinto para lo auténtico y sabe llevar una historia del modo apropiado. Es un director abierto al que le gusta trabajar con actores, y es bueno tener un apoyo así, porque sabe hacer su trabajo y no pierde tiempo”.