La presencia del titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo, en la rendición de protesta de Miguel Barbosa Huerta como gobernador del estado puso nerviosos a muchos que en los últimos ocho años hicieron de Puebla un paraíso fiscal.
En al menos siete años vimos la creación y proliferación de plazas comerciales, desarrollos inmobiliarios, restaurantes, bares, antros, construcción de edificios que están vacíos y que más allá de festejar por el incremento de la actividad económica podría uno considerar que formaron parte de todo un entramado para lavar dinero.
Se crearon hasta páginas de internet, algunas llamadas outlets, o simples fanpages en Facebook, las cuales de la noche a la mañana tenían más de cien o doscientos mil seguidores, mismas que recibían pagos millonarios para lograr esas cantidades de vistas y likes. Y no hablamos de los troles y granjas de bots en Twitter que también le costaron mucho al erario poblano.
Créanme, los que tenemos años en los medios de comunicación sabemos que no es tan fácil convertirse en influencer de la noche a la mañana. Lleva tiempo, dinero, esfuerzo y muchos descalabros para lograr el éxito y la credibilidad y aun así, a veces, nos equivocamos en la búsqueda de alcanzar el éxito.
Si seguimos la ruta del dinero nos toparemos una cloaca llena de ratas, ranas, sapos, pestilencia y, muchos de los mirreyes que tanto presumieron su ascensión al jet-set poblano quedarían evidenciados, pues a leguas era notoria complicidad entre el gobierno y el sector empresarial, obvio no de todos, siempre hay y han existido empresarios decentes en la entidad y esos todos los conocen y se ven a kilómetros de distancia.
Un caso concreto es el de Ciudad Modelo que solo sirvió para convertirse en un pueblo del oeste a finales del siglo XIX, lleno de polvo, sucio, abandonado. Es una imagen digna de la serie televisiva de HBO, Chernóbil.
Si se ponen a investigar cuántos panistas adquirieron terrenos y a qué costo en la región cercana a la planta Audi se escandalizarían. Ahora que dicha área estará bajo investigación quedaría en evidencia muchos de los excesos recientes.
Sí, en este nuevo gobierno es necesario que se abran las investigaciones correspondientes porque se cometieron muchos abusos en esos ocho años de gobierno (el único sexenio que ha durado ese tiempo en Puebla).
Todos lo sabíamos, pero no podíamos decir nada ante la falta de pruebas. Siempre se quedó en rumor y el área de Transparencia (ITAIPUE) era tan transparente que nunca se vio nada. Los temas más polémicos eran guardados.
Toda la turbulencia de lo que ocurrió en Puebla, los últimos años, no fue exclusivamente electoral, pues en el fondo era la lucha para mantener el poder y el dinero y de esa forma no se rascara a profundidad para descubrir lo que había debajo de todo con lo que se cimentó ese régimen, pues ya fuera de Casa Puebla, un partido opositor podría abrir las llaves de los sótanos para descubrir qué ocurrió ahí y por qué era tan fácil comprar consciencias de todos los sectores.
A todo esto hay que ver sumarle la revelación del gobernador Miguel Barbosa de la deuda de 45 mil millones de pesos que se contrajo durante el morenovallismo y que ya puso los focos rojos en muchos ex funcionarios de primer nivel y que, por fin, abrirá las puertas de los llamados Proyectos para la Prestación de Servicios (PPS) que según los anteriores gobernantes no era deuda.
La historia la escriben los vencedores y el nuevo régimen reescribirá sobre las páginas de Puebla sobre los cuentos que nos tuvimos que tragar. Muchos panistas ya saltaron del barco y ya comenzaron a delatar a sus correligionarios con tal de salvarse.
Otros llamados independientes buscan hasta fotos con los líderes de Morena para expiar sus culpas y también acusan hasta a sus extrabajadores con tal de que a ellos no los investiguen.
Actúan todos como criminales en fuga, porque si no deben nada ¿por qué quieren salvar el pellejo aventando a empleados de tercer nivel que sólo seguían sus órdenes?
Esto apenas comienza y todo fue por un solo mensaje: la presencia de Santiago Nieto en el acto más importante de la historia reciente de Puebla.
Foto: Es Imagen / Ramón Sienra
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