1.- Sí, Morena ya se perredizó. Casi un año en el poder para que la lucha sea de todos contra todos. Y ya se perredizó porque nuevamente estamos viendo los escenarios de tribus, grupos, corrientes y todo por el maldito control de ese movimiento.
A nivel nacional no quieren a la líder nacional. Por su parte, Yeidckol Polevnsky amenaza con cancelar la elección porque argumenta un padrón manoseado.
A nivel local, Mario Bracamonte perdió puntos con Miguel Barbosa, el hijo de Rogelio Carvajal dice que puede y se la merece, están los grupos tradicionales de ese partido que también pelean esa posición y solo dividirán más a ese partido que aún no entienden que ganaron en el 2018 por el caudillo y no por ellos.
2.- Que la maldición del 2021 ya llegó a la cuarta transformación poblana.
Los legisladores de Morena al negarse a aprobar el matrimonio igualitario y a despenalizar el aborto, porque así “quedaron bien” con la Puebla conservadora, escupieron al cielo porque demostraron estar más cercanos a la derecha que a un proyecto de izquierda. Son los morenos Provida.
Es una maldición el 2021 porque sus acciones más que buscar un beneficio social sus acciones fueron hechas bajo la amenaza de las elecciones de alcaldes y diputados federales y locales. La mayoría de Morena sólo confirmó que el Poder Legislativo sigue como ventanilla de trámite, que hay gatopardismo, pues no se ve nada distinto a otras legislaturas. Eso sí todo apunta que Dios los bendijo y a ellos no los castigó.
3.- A muchos ya se les olvidó o ya hay muchos políticos milenials -que lo que no ocurrió en su año no fue en su daño- pero Manuel Bartlett Díaz no fue en Puebla un gobernador democrático. Fue autoritario, un estilo muy parecido al morenovallismo.
Ya se les olvidó que cuando le quitó al municipio de Puebla el control del agua y un grupo de campesinos de Nealtican vinieron a manifestarse al viejo Palacio de Gobierno, Bartlett con Mario Marín, a la sazón secretario de Gobernación, ordenaron gasear a los inconformes y parte del gas lacrimógeno cayó en la escuela primaria 2 de Abril, pues tuvieron que desalojar a los niños.
A muchos ya se les olvidó o quizá ni se enteraron cuando el alcalde panista de Puebla, Gabriel Hinojosa junto con sus regidores fueron desalojados con gas pimienta y con bulldozers allá en el Paseo de San Francisco.
Así que no nos sorprende ahora que ya ha sido revelado como un empresario de los bienes raíces. Bartlett viene del priismo más arcaico y más duro del sistema. Tenía bajo su mando a Óscar de Lassé y a José Antonio Zorrilla.
Pero como nada ha cambiado, con un chu, chu, chu, se arregla todo.
4.- Que no hay alcalde en Puebla que haya pasado de panzazo en su primer año de gobierno, y no es el tema de la inseguridad, pues esa sí que fue una mala herencia de los gobiernos anteriores a los actuales, además que a nivel nacional ese es el talón de Aquiles. En los principales municipios del estado no hay una acción de gobierno contundente que sirva de ejemplo, pus hay hasta subejercicio en sus finanzas. Esa fue una de las consecuencias de carecer de un gobernador formal hasta agosto pasado, tuvimos cinco mandatarios. Todo empezó por la locura de hacer una minigubernatura de dos años y medio, luego la tragedia que provocó una gobernadora de diez días, más tarde un sustituto que estuvo poco menos de un mes y después un interino que su función fue sacar limpias las elecciones.
Ante tanta turbulencia, no había control, cada quien hacía lo que hacía porque no se veía una autoridad, quién iba a negociar con un gobernador de dos años, quién con uno de seis meses. Esas fueron de las herencias malditas que nos dejó ese grupo que estuvo ocho años mandando en Puebla.
Ilustración: Alejandro Medina
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