Puebla, referente del arte y la cultura por su majestuosa arquitectura y encantador estilo en cada una de sus edificaciones. Gran riqueza en costumbres, gastronomía y tradiciones, acercarse a su historia resulta fascinante con tan sólo recorrer sus calles, su traza perfecta, casonas, antiguos colegios, plazas, jardines, edificios civiles, iglesias y conventos confirman un conjunto monumental que encierra las formas de vida de antaño y la cultura actual de nuestra ciudad.
La Catedral es un orgullo compartido por todos los poblanos, hito urbano, contenedor de grandiosas obras al interior y exterior que aparte de encerrar un inmenso misterio, nos muestran una huella impregnada del paso del tiempo en cada una de las obras aquí presente.
Uno de los más grandes y representativos elementos es el Altar de Reyes, retablo principal de estilo barroco salomónico, obra del maestro Lucas Méndez, bajo la dirección de Mosén Pedro García Ferrer, quien también realizo algunas pinturas del mismo, inspirado en un boceto de Sebastian de Artega. Se consagró el 18 de abril de 1649, por Don Juan de Palafox y Mendoza.
El Retablo muestra algunas pinturas obra de Pedro García Ferrer por ejemplo: “La Coronación de la Virgen”, y “La Asunción” (o Inmaculada Concepción), donde se observa la ciudad de Puebla y los volcanes. “La Adoración de los Pastores” (donde un pastor es el mismo obispo Juan de Palafox) y “La Adoración de los Reyes o Magos”.
El fanal o nicho nos muestran la imagen de “Nuestra Señora de la Defensa”. En los nichos laterales se encuentran imágenes de reyes y reinas que fueron santos. En las pechinas se colocaron lienzos con imágenes de las mujeres fuertes del Antiguo Testamento: Judith, Jael, Ruth y Esther, obras de Cristóbal de Villapando.
La cúpula, espacio único por su forma y estructura, también única pintada dentro de un edificio virreinal interior, también fue pintada por el en 1689, con el tema “El recibimiento que los Ángeles hicieron a María en el Cielo”, aunque algunos le llaman “El Triunfo de la Eucaristía”
Sostenida por dos muros laterales divididos en tres tramos horizontalmente y de manera vertical por cuatro pilastras toscanas estriadas, que suben por aproximadamente diez metros hasta un entablamento lateral. Entre pilastras y molduras doradas se encuentran los altares laterales dedicados a los jesuitas San Francisco de Borja y San Francisco Javier. Un óculo central enmarca y proporcionan luz y reflejos naturales al interior. El muro testero esta cubierto por el retablo de los Reyes conformado por tres cuerpos con detalle de columnas salomónicas en piedra de tecali, pinturas y nichos.
Nuestra Basílica Catedral de Puebla es considerada un ente y legado cultural y espiritual vivo, patrimonio de nuestra ciudad, y es un gran compromiso y responsabilidad de todos procurar su valor y conservación. Su acervo religioso constituye un libro abierto de la memoria colectiva del más grande hito religioso poblano.
Información obtenida en La Catedral de Puebla.
Foto: Archivo Daniela Calderón Porter
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