La próxima semana, el 23 de febrero, la presidenta del Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), Blanca Lilia Ibarra Cadena, presentará el informe de labores 2020 ante el Senado de la República.
La poblana fue designada apenas en diciembre pasado en el máximo cargo del organismo garante de la transparencia en el país.
Su llegada es los momentos más álgidos con la amenaza presidencial de la desaparición del INAI, junto con otros órganos autónomos,
Por eso mismo su discurso estará en la mira de todos.
Y es que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha señalado que el organismo era manejado políticamente a conveniencia.
Hay que decirlo, en parte tiene razón.
Y para eso hay muchos ejemplos.
Todo debido a que algunos de los comisionados si presentaban acuerdos o votaban a como era el sapo la pedrada, políticamente hablando.
Eso no solo en el INAI, sino en casi todos los órganos de la república.
Sin embargo, también hubo grandes logros, como abrir expedientes como el de la Casa Blanca o Ayotzinapa, entre los más destacados.
Aquí en Puebla, la anterior Comisión y ahora Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública (Itaipue), estuvo supeditada por el gobernante en turno.
Incluso, la misma Blanca Lilia, fue una de las que más sufrió el embate en el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas.
Mucha presión y hasta amenazas personales recibió en esos tiempos, todo por sus acuerdos siempre buscando la transparencia, lo que incomodaba al ex mandatario.
Sin embargo, Blanca Lilia aguantó todo embate y una de las formas en que se dobló (aunque sea un poco) el autoritario gobierno de Rafael Moreno Valle, fue la transparencia.
Y esta sólo se logró mediante las solicitudes de información establecidas por ley y vigiladas por un órgano garante, en ese tiempo la Comisión de Acceso a la Información Pública (CAIP).
De otra forma no hubiera habido modo de conocer algunas de las triquiñuelas morenovallistas.
Tan solo hay que recordar que gracia a este ejercicio, logramos abrir un expediente y saber que se había comprados dos y no un helicóptero como se pensaba.
Ya muchos años después, en una dura batalla, supimos que costaron millones de dólares.
También si no fuera por una dura batalla por la transparencia, nunca se hubieran documentado los más de 11 mil despidos en el gobierno estatal en los primeros dos años de Moreno Valle.
Ahora, ese camino hecho en más de 20 años a nivel nacional, piensa destruirlo Andrés Manuel López Obrador.
Claro, basado en esos embates de los poderosos, que en muchos casos si surtieron efecto.
Sin embargo, a pesar de todo, con su propuesta de desaparecer al INAI, llegaría un fuerte retraso y la corrupción que se supone buscan combatir.
Por eso se ha alzado la voz, la que parece nadie de la 4T quiere escuchar.
Se dice entre los especialistas en la materia, que Blanca Lilia Ibarra, ya curtida en presiones, llega en un momento justo, ya que si se pierde, simplemente se labrará el camino a la corrupción.
Labor titánica.
Tiempo al tiempo.
La puesta en escena
La semana pasada, la líder del Partido Acción Nacional (PAN), Genoveva Huerta, se peleó en Twitter con el diputado federal, Fernando Manzanilla.
El agarrón se dio en justo medio de los ya muy fuertes rumores de que el ex cuñado de Rafael Moreno Valle, es quien realmente los hilos al interior del blanquiazul en la entidad.
Por eso llama más la atención del encontronazo.
Dicen en mi pueblo que a eso se llama “primera llamada”.
¿Usted les creyó?
Yo tampoco.