“Pero también puedo enseñaros casa de más suntuoso atavío; mirad este amplio edificio que forma esquina a la calle de raboso. ¿Os llama la atención ese revestimiento de los muros, esa combinación de azulejo y ladrillo? Es típico de Puebla; la mitad de las casas lo tiene; y observas la sabiduría que encierra; el muro no reverbera con la luz solar absorbe el calor y la irradiación; protege nuestros ojos y protege al habitante de la casa; desempeña el mismo oficio que el tezontle DE México, pero hay que también como estés, ha sido bárbaramente pintado con cal en gran número de casas. La composición de la fachada es admirable.” [ …]
“Si queréis subir conmigo a uno de los balcones del piso alto os encantara la gracia de los adornos que en su fragilidad dan nombre a la casa. A lo largo de las pilastras, como fantástico y proteiforme monstruo marino rampa el relieve. Es bajo y sencillo al principio; es una simple guirnalda que va transformándose como si se diera a un íntimo anhelo de voluptuosidad. Pasado el dintel de la puerta, pierdes casi toda disposición arquitectónica, solo vive un asignamiento de adornos, de volutas, de conchas, de rocallas que parecen sostener, por milagro, la vastedad de los doseles que cubren los anchos balcones. La consistencia de los adornos todos hechos de mezcla y afinados por la altura como, dan el conjunto el aspecto más delicado; semeja seguramente un alfeñique: un dulce hecho únicamente de azúcar, frágil y traslucido como una porcelana.”
Manuel Toussaint
Vivimos en una ciudad considerada patrimonio cultural de la humanidad, reflexionar sobre ello es entender una responsabilidad de que nosotros, los poblanos y los que estamos en este territorio somos custodios con una gran trabajo de difusión, con la idea de transmitir a las generaciones futuras lo que hemos sido y lo que seremos en el futuro de la humanidad. Hablar de la importancia de la cultura poblana, de la tradición, arquitectura, urbanismo es hablar y entender la memoria del mundo, es entender el carácter y la fuerza de los que construyeron la ciudad, de los que la han mantenido y de los que nos han demostrado los elementos propios del carácter y de la forma que han representado cada uno de los gremios cada uno de los grupos sociales cada uno de los pensamientos, políticos religiosos y de familia que nos dan el carácter de mantener este legado histórico.
Puebla, ciudad que dedica mucho del estudio, preservación y conservación al tema cultural principalmente de museos, mediante políticas públicas que incitan al público y turistas a ser parte de esta mezcla de patrimonio tangible e intangible en un espacio físico con instalaciones adecuadas, información académica fundamentada y como atracciones de nuestra historia siendo algunos referentes internacionales gracias a su arquitectura única y representativa de un estilo emblemático de la ciudad, como lo es el Barroco.
La Casa de Alfeñique, elemento de identidad como poblanos y poseedora de atribuciones únicas que dan valor como conjunto social, parte elemental del repertorio de la memoria plasmada a través de objetos artísticos e históricos considerados el patrimonio de los poblanos, herencia de generaciones pasadas, ubicado en el primer cuadro del Centro Histórico, ahora institución cuya historia, testimonio de épocas y colecciones son elementos que hoy en día están ahí para la comunidad, sin duda herramienta de un muy vasto bagaje cultural por compartir.
“El inmueble recibe este nombre por la fachada decorada con argamasa que asemeja al dulce de alfeñique. El 5 de mayo de 1962, se convirtió en el primer Museo Regional del Estado. En la planta baja se encuentran códices del siglo XVI y en el entrepiso, pinturas de personajes históricos como Ignacio Zaragoza, Porfirio Díaz, Benito Juárez y el traje de un personaje célebre en la cultura nacional; La China Poblana. En la planta alta se representa el uso de la casa habitación de los siglos XVIII y XIX.” (Puebla es mi Destino; 2016. Pg. 40).
En la actualidad Puebla mantiene símbolos de sus momentos de tradición y representatividad tanto de la forma de ser de la sociedad como el reflejo en sus imágenes de la arquitectura, la pintura, la escultura, entre otras y uno de estos referentes junto con Santo Domingo, la capilla del Rosario, el neoclásico de la Catedral, el Ochavo y los cambios que se dan en la decoración poblana es la Casa de Alfeñique, que es un referente del barroco poblano.
Castro E. Mauleón G. (2010). Museo Casa de Alfeñique. Gobierno del Estado de Puebla. México
Columnistas, Noticias Destacadas