Vicente Fernández es toda institución de la música ranchera. Su trayectoria, sus canciones, sus películas y sus prolongados conciertos forman parte de nuestra cultura y de nuestro sentir.

Chente, para quienes lo admiramos, ha logrado que la música del mariachi se conozca en todo el continente y que llene de nostalgia los corazones de cualquier mexicano que viva en otro país.

La noticia de su retiro no cayó muy bien a sus seguidores, pero ya se merecía un descanso. Además de que ha heredado su talento y legado a sus hijos Alejandro y Vicente Jr., quienes han hecho lo propio en sus respectivas carreras.

Por si fuera poco sus nietos Camila y Alex, siguen sus pasos. Este último bajo su tutela y producción, no puede irle mal.

El charro de Huentitán, nació el 17 de febrero de 1940, y hace 10 años rompió la barrera de los 75 millones de copias vendidas de sus discos en todo el mundo. Un logro que pocos pueden ufanarse de alcanzar.

Incursionó en el cine con películas que si bien no eran las mejores producciones tuvieron éxito en taquilla y Vicente logró sacarse la espinita de la actuación y realmente saber que no era precisamente lo suyo.

La famosa frase de mientras ustedes aplaudan yo sigo cantando la hizo válida en prolongados conciertos que dio en todo el país y todo el continente.

Este día, nuestro Chente llega a los 80 años. Han sido ocho décadas llenas de éxito pero también de mucho esfuerzo y trabajo, porque el señor no sabe descansar y lo hace grabando en su estudio en casa canciones para él o para su nieto.

Justamente este pasado fin de semana lanzó una marca de tequila que lleva por nombre Los Tres Potrillos y que será edición limitada.

Es empresario y buen amigo, a veces cuando está en su rancho y llegan turistas a tomarse una foto en la fachada, él sale a saludarlos y los invita a pasar y les hace recorridos.

Sin duda, en los escenarios ya no lo veremos tanto pero su música seguirá resonando en nuestros corazones por toda la eternidad.

¡Feliz 80, Chente!