Ya se supo: el verdadero asesor de Claudia Rivera Vivanco y quien maneja todo el poder en el ayuntamiento capitalino -además del empresario Roberto Zataraín- es Andrés García Viveros, quien se ostenta como coordinador ejecutivo de Proyectos Estratégicos.
Si usted tenía pensado culpar a Javier Palou por toda la ineficiencia y carencia de planes de gobierno, le tengo una mala noticia: no va por ahí el tiro. Muchos han querido culpar a Palou, pero más bien a él lo han hecho a un lado.
Palou es fiel a un proyecto llamado Morena y por lo mismo ha asumido varias culpas que no son suyas, como el burdo despido de la secretaria de Turismo.
Nadie sabía quién era García Viveros hasta que se detectó que la operación con ambulantes, giros negros y diversas entradas ya se manejaban desde su oficina. La relación de dicho personaje con Claudia Rivera data desde la universidad pues fueron grandes amigos y compañeros de banca. Si Claudia a alguien le hace caso es a él, a nadie más.
Andrés García Viveros, quien además es cuñado del ex priista Iván Galindo Castillejos, ya controla una buena parte del municipio y es quien ha generado los problemas internos en la comuna.
Un dato que se conocerá poco a poco es que si usted quiere saber dónde estaba la relación o la unión de Claudia Rivera con el morenovallismo tiene que ver hacia García Viveros. Este personaje es quien mantiene alejada a la alcaldesa de sus responsabilidades. Él es quien gobierna, aunque la presidente presuma que es el director técnico del equipo y que hace los cambios cuando ella quiera como todo un Mejía Barón.
Por otro lado, en las guerras internas de la comuna está la secretaria general Liza Aceves López, quien es controlada por un alto ex funcionario de la BUAP de todos conocido. No obstante, ella resultó una pésima operadora política ya que cada día se suman más regidores de Morena a ir contra las decisiones de la alcaldesa.
En la tradición política quien se encarga del manejo y control del cabildo es el secretario general del ayuntamiento, aquí la silla le quedó muy grande a la funcionaria Aceves.
A Claudia Rivera no le darán un cabildazo como se ha rumorado, más bien en caso de que continúen fallando sus acciones de gobierno y su pésima imagen afecte al candidato a la gubernatura por su partido, será intervenida, es decir, tendrán que dar una orden para que remueva a varios funcionarios y así ponerle un equipo más eficiente. A ella la aislarán, le dejarán que cobre como alcalde pero nada más.
A Rivera le hacen creer sus propias mentiras (principalmente García Viveros) a todo le dicen que sí. Le hacen creer que como los funcionarios anteriores no hicieron bien su chamba en el combate a la delincuencia, no es responsabilidad de ella el tema de la inseguridad.
Claudia Rivera vive en una torre de marfil. No tiene idea de que ocurre en cada una de las calles que gobierna. No se deja ayudar, ni asesorar ni nada, ella solo le hace caso a dos personas: a Zataraín y a Andrés García.
Fue un vaso de agua o un respiro haber firmado una tregua con Luis Miguel Barbosa, ya que al menos la deja respirar un poco, pero la delincuencia aún no baja, los ambulantes se siguen adueñando de las calles y el primer cuadro de la ciudad sigue igual de sucio. Ante ello, Rivera Vivanco seguirá en la ruta con la que inició: un barco a la deriva, a veces toca tierra firme, a veces naufraga.
Muchos festejamos la llegada de Rafael Quiroz al área de comunicación, lamentablemente, aunque sabemos de su profesionalismo, él no va a poder contra ese elefante que se mueve lentamente y que no tiene idea del rumbo que debe tomar.
Foto: Es Imagen / Jafet Moz
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