No sé usted, amigo lector, pero así como en menos de un mes vimos cómo se desarticulaba el morenovallismo, en menos de un mes ahora vemos una guerra fratricida al interior de Morena: desde el miércoles de la semana pasada en redes sociales arreció una campaña para escribir disparates como “Puebla con Barbosa” o “Todos los poblanos con Armenta”.
Si bien, y eso nadie lo ha puesto en duda, las preferencias rumbo a las elecciones estatales son con el partido de la cuarta transformación, las Crónicas Marcianas no creen que todos los poblanos estén con Barbosa o con Armenta. Los poblanos están con su bolsillo, con su necesidad y con un alma en un hilo por la inseguridad que impera en el estado.
Y creemos fielmente en este espacio que el candidato a gobernador lo va a definir la encuesta que está hecha en Palacio Nacional y que la decisión que se tome no va a cambiar aunque traigan a la mejor empresa de estudios demoscópicos del mundo. Será lo que diga el primer morenista del país, no hay que ser bisoños.
Ninguno de los dos aspirantes ya presentaron un proyecto para combatir el tema del huachicol. Ninguno de los dos ha mostrado una agenda de trabajo, planes para enfrentar la inseguridad, ideas para aumentar el empleo, y mejorar la calidad de los servicios públicos que a nivel estatal corresponden.
Ni Alejandro Armenta ni Luis Miguel Barbosa nos han dicho cómo traerán el proyecto de la cuarta transformación al estado, en caso de ganar. Tampoco nos han sugerido qué va a pasar con el protagonismo del Congreso del estado y qué piensan hacer con los órganos electorales locales que quedaron evidenciados con la más reciente decisión del INE al asumir completamente los comicios estatales.
¿Qué pasará con la Ley Bala?, ¿y qué ocurrirá con los llamados PP’S?, qué tantos jalones de cabellos provocaron. El tema del RUTA y sus errores de su operación. ¿Se quitará, se perfeccionará, se mantendrá igual? O ¿La Rueda de Puebla, la quitan, la mantienen?
Ni Barbosa ni Armenta nos han dicho cuál es su misión, su visión de estado y mucho menos cuáles serán sus objetivos. Sólo sabemos que “Puebla está con Barbosa” o que “Los poblanos están con Armenta”
Ajá y ¿luego?
Es cierto que esos tópicos serán para la lucha de los comicios de junio, pero, cómo quieren ser gobernadores si de entrada no nos dan un proyecto ¿Cuál es la diferencia entre ustedes y cuál es la diferencia de los candidatos de los otros partidos? El problema de ambos aspirantes y sus porristas en redes sociales es que todos ellos están más preocupados por la chamba o el puesto que por el proyecto que quieren representar.
Hace años se decía de manera muy soñadora y utópica que primero era el proyecto y luego el candidato.
En fin.
Muy sus estrategias y muy sus guerras intestinas. Ahora los seguidores de ambos candidatos, por cierto, ya hasta se acusan en redes sociales que detrás de los dos suspirantes cierto personaje muy “precioso”.
¿Hasta dónde quieren llegar?
Le están provocando un boquete a Morena, pero pues muy su partido, pues esta columna está como el chinito: Nomás milando.
Preguntas del febrero loco
¿Para quién era la dedicatoria de Alejandro Armenta Mier cuando acusó que en Puebla se “está fraguando una elección de Estado”? (Así lo dijo ante las cámaras de televisión la semana pasada) ¿Sabrá acaso la implicación de sus dichos? ¿Tiene idea de que para que se conforme una elección de Estado tiene que ser en una elección constitucional y no en un proceso interno de un partido político? En caso de ser él el candidato de Morena al gobierno de Puebla, ¿de todas maneras se prepara una elección de Estado?
¿Quién asesora a Alejandro Armenta?
Pero como bien dice el clásico: Son preguntas, que conste.
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