¿Sabía usted que en Puebla surgió un benefactor que le pagó el evento de su bolsillo a José Antonio Meade Kuribreña en su visita a Puebla el 16 de diciembre del año pasado?
El personaje desembolsó cerca de 90 mil pesos, facturados al Centro de Convenciones William O Jenkins, para que el precandidato a la Presidencia de México, se reuniera en sus salones con militantes.
Así se puede comprobar en las facturas entregadas por el organismo Convenciones y Parques a este reportero, por medio de la ley de transparencia de Puebla.
Sin embargo, el nombre del caritativo o la caritativa es un misterio.
Y es que el organismo estatal reservó todos sus datos personales aduciendo la ley en la materia, por lo que ya será el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información (ITAIP) de Puebla, la que resuelva si se publica o no el nombre.
Lo raro del caso, es que según la página del Instituto Nacional Electoral (INE), aunque tiene el reporte de este evento en Puebla, el PRI no ha dado datos de lo gastado en el mismo o aportado por un simpatizante.
El benefactor solitario pagó en el régimen de personal moral con fines no lucrativos dos facturas.
La segunda factura es la del folio 43, expedida el 26 de diciembre, diez días después del evento, la que se cubrió un importe de 26 mil 777 pesos con 60 centavos.
La primera expedida está bajo el folio 42, otorgada el mismo 26 de diciembre por 60 mil pesos con 8 pesos 8 centavos.
Dentro de poco, probablemente sabremos el nombre del benefactor que pagó los salones para la reunión priista.
Lo malo es que no sabemos si el lo hizo por altruismo, de cuates o para cobrar las facturas después.
Tiempo al tiempo.
Sigue la mata dando en CDH
En la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CDH) de Puebla continúa la zozobra o terrorismo laboral, luego de que los despidos no cesan, por órdenes de si titular Adolfo López Badillo.
A principios de este año, le pidieron su renuncia a José Juan Aviña Grimaldo, quien fungía como director de planeación, informática y transparencia.
El argumento, se desconoce.
Pero, también a finales del 2017, fue dada de baja por la fuerza (porque les piden la renuncia), María Eugenia Papaqui Díaz, quien era fundadora, ya que llevaba laborando 24 años en la institución
A diferencia de otros, la trabajadora no firmó su renuncia, por lo que solo le dieron sus prestaciones de fin de año y salario.
El argumento para su baja, fue que contratarían un abogado en su lugar que supiera más que ella que fungía como secretaria.
Pero la real causa del despido, dicen los que saben, es que molestó al señor López, en esta misma columna, señalamos que la directora de quejas, Verónica Polanco, trataba mal a quienes trabajaban con ella.
Los genios pensaron que la secretaria fue la responsable de la información.
Lo peor es que después de 24 años, una institución que debería ser noble, no solo no le reconozcan el trayecto, sino ni siquiera le ofrecieron su liquidación conforme a la ley, violentando sus derechos humanos laborales.
Con esto, el señor López ya corrió a todos los q tenían más tiempo.
Solo quedan quienes no son críticos y propositivos, lo que piensan y actúan bajo lo que dicta el ombdusman.
Pero para eso tuvo que renovar la plantilla completamente.
Ya no hay nadie de los que trabajaban cuando llegó a la presidencia de CDH.
¡De miedo!