Un nuevo grupo político pretende imponer su ley: el Cartel Poblano de la Miel de Abeja (CPMA). Sí, es la nueva organización que se pelea la plaza. A la cabeza está Alejandro Armenta Mier quien depende emocionalmente de dos personajes: Ricardo Monreal Ávila y es ahijado político de Mario Marín Torres, quien está metido también en la campaña de Alberto Jiménez Merino.
Armenta creció bajo la sombra del marinismo, era el consentido del héroe de la película, papá. No obstante, no hay que desviarnos tanto, en dicho cartel se ha aliado con personajes como Violeta Lagunes, quien el año pasado dirigió la consigna: “Amlo sí, Barbosa no”. Ella, había pactado con el morenovallismo para imponer a Martha Erika Alonso en las elecciones pasadas.
La consigna de este nuevo cartel es que pierda Luis Miguel Barbosa a como dé lugar. Todo lo que hagan justifica sus medios y cualquier tipo de alianzas. La verdad es que no cuentan con grandes figuras, fuera del líder del Senado, pues sus seguidores son, en su mayoría godínez, abogados, priistas de medio pelo, algunos académicos de la BUAP y una buena cantidad de troles y bots en redes sociales.
Mucha pipitilla. De tener perfiles de primer nivel ya los hubieran mostrado, pero la realidad es que adolecen de ellos. Sólo el “Grillo” y su representante legal al menos sí son conocidos. Carecen de músculo y aunque las redes sociales sean benditas (ya sabes quien, dixit), las campañas todavía se ganan con estructura y no con tuitazos.
Sus aliados intrínsecos son los panistas que alientan las divisiones en Morena con la finalidad de que Enrique Cárdenas suba algunos puntitos y que Masive Caller (su encuestadora de confianza) no sufra tanto de esquizofrenia, pues una semana dice una cosa y a la siguiente otra.
El Cartel Poblano de la Miel de Abeja no tiene propuestas. No tiene sustento. Sólo pretende, como cualquier organización criminal, adueñarse de la plaza, desgastar la imagen del candidato de su partido, generar una división interna en Morena, pegarle al gobierno interino usando como pretexto a Fernando Manzanilla.
No buscan ganar la elección extraordinaria porque saben que difícilmente el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) les dará la razón, pero en caso contrario, si anularan el nombramiento de Barbosa provocarían una crisis tal en Morena y de percepción social porque debe reponerse todo el proceso de selección del candidato y eso dañaría severamente a su partido.
La buena marca de Morena en Puebla y la ventaja que tienen ahorita frente al PAN y el PRI los harían perder puntos y así fortalecerían a Enrique Cárdenas. Este cártel pretende imponer a su gente, a sus bárbaros, a sus lacayos, porque solo en ese estilo podrían ganar una elección, no con elegancia sino tirando a matar (lo peor es que esta palabra ya no es una metáfora).
El Cartel Poblano de la Miel de Abeja no opera fino, más bien es burdo. Se nota en las grabaciones que hemos escuchado a lo largo de estos días; se nota en la forma en la que sus seguidores en redes sociales se expresan de Barbosa.
Ellos no juegan a ganar, juegan a que su partido pierda para dar golpe de estado a nivel nacional y a nivel local. Apropiarse del partido. Lo que no han visto es que son muy previsibles y ya sabemos que no, que no son personas de fiar, pues no hay nada más deleznable que la traición.
La política se mueve por lealtades y traiciones y este cártel se apuesta más por lo segundo que por lo primero.
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