Recuerdo haber visto por primera vez El ciudadano Kane cuando estaba en clases de guionismo televisivo en la universidad. Debo reconocer que fue amor a primera vista, si bien no es mi película favorita, sí está en el número dos.
Al terminar de verla corrí a buscar información sobre Orson Welles y sobre William Randolph Hearst (en quien supuestamente está basada la historia).
No entraré en detalles de la historia de la película en estas líneas para que quienes no la hayan visto lo hagan y se sorprendan como yo al verla sin tener una idea de que existía.
De lo que sí hablaré es que su gran premiere fue el 1 de mayo de 1941, aunque su llegada a las salas sería hasta septiembre de ese mismo año en Estados Unidos.
Lo interesante de la película es todo lo que sucedió detrás de su realización y como los estudios RKO Radio Pictures y Mercury Productions hicieron lo que quisieron con el talento y carrera del propio Orson Welles.
El ciudadano Kane es de esas películas que han dado tanto de que hablar no por el filme en sí sino por los problemas que hubo en su filmación, por los celos que tuvo Orson Welles en mantener su proyecto lo más aislado de los ojos de los ejecutivos de los estudios, por la controversia entre si era un plagio, en el veto que recibió de varios medios de comunicación propiedad de Hearst al considerarse que era la historia de su vida y en el pésimo desempeño que tuvo en taquilla en su primera corrida.
Hablando en plata lo que hoy en día hoy puede ser considera una joya cinematográfica tuvo muchos elementos de ‘casualidad’ atribuidos a la poca experiencia de Orson Welles como director. Él mismo reconoció que la forma de hacer El Ciudadano Kane surgió de la ignorancia. Mencionaba que “no existe confianza que pueda igualar a la ignorancia. Solamente cuando conoces la profesión es cuando eres tímido y prudente”.
La cinta innovó en el uso de recursos de producción, en técnica narrativa, maquillaje, música y en efectos especiales. Afortunadamente su segunda corrida fue mucho más exitosa y logró brindarle el merecido sitio a Welles en el ámbito de los realizadores hollywoodenses.
A pesar de todo logró obtener un premio Óscar en la categoría de mejor guion original, a pesar de que tenía nominaciones como mejor película, mejor director, mejor actor principal, mejor dirección artística, mejor fotografía, mejor banda sonora, mejor sonido y mejor montaje. Sería el único Óscar que obtendría Orson Welles por alguno de sus trabajos, además del honorario que recibió en 1970.
Al final, El Ciudadano Kane sigue siendo una película que puede ser amada u odiada pero que no pasa desapercibida y sigue conquistando corazones de nuevas generaciones que tienen la dicha de verla por primera vez.