El debate presidencial tiene sus oportunidades y sus riesgos

Este domingo se realizara el primer debate entre los aspirantes a la presidencia de la república en México. Andrés Manuel López Obrador llegara punteando con una holgura en las encuestas, por lo que se espera que nade de a muertito dejando que la pelea se dé entre Ricardo Anaya y José Antonio Meade aunque no hay que subestimar al Bronco exgobernador de Nuevo León que puede dar la sorpresa.

Nadie puede saber quien ganara el debate aunque todos sabemos que al término del mismo todos dirán que ellos ganaron, aunque en sus cuartos de guerra ya se están midiendo los riesgos.

José Antonio Meade
Tiene la gran oportunidad de remontar el tercer lugar en el que se encuentra y tengan la seguridad de que no va a desaprovechar esa oportunidad.

Muchos dicen que si no se sube en este tren, difícilmente lograra prender su campaña por lo que en sus propias palabras “Hay que chingarle” si quiere darle un giro a su campaña.

Su gran debilidad es que el votante no se acaba de convencer de que es un candidato ciudadano en virtud de que no quiere desmarcarse del gobierno que representa y a estas alturas eso es obligado para ganarse la confianza de la ciudadanía.

Andrés Manuel López Obrador
Llega al debate con un exceso de confianza derivado del posicionamiento que las casas encuestadoras le han otorgado, con un crecimiento sostenido que lo ubica en un 42% de las preferencias electorales.

Uno de los riesgos que se espera, es que sus contrincantes se unan y todos le ataquen aunque no es descabellado pensar que la pelea se dé entre el segundo y tercer lugar y que los independientes sean los que hagan el trabajo sucio para descarriarlo.

Muchos le apuestan a que no es necesario atacarlo pues su enemigo es el mismo por lo que los moderadores lo pueden sacar de sus casillas para romper su control y lo hagan dar un tropiezo que lo ponga contra las cuerdas.

Ricardo Anaya
Se dice que el mejor orador es Ricardo Anaya pues cuenta con una dicción clara aunque todavía no encuentra un discurso que lo conecte con el electorado.

Ricardo Anaya puede pasar de noche en el debate o puede dar un golpe demoledor que sorprenda a todos. No hay que olvidar que su mejor asesor es Diego Fernández de Cevallos considerado un viejo lobo de mar en cuanto a política se refiere.

En cuanto a los independientes, considerando el formato, difícilmente tendrán vela en el entierro y con mucho respeto tendrán pocas posibilidades de trascender pues llegan muy debilitados por las famosas firmas falsas que el INE les achaco.

Así las cosas, es evidente que para muchos el 1º de julio está muy lejos, aunque para otros, está a la vuelta de la esquina y ya están echando a volar las campanas.

Seguridad pública y violencia, corrupción e impunidad y democracia, pluralismo y grupos vulnerables serán los temas a debatir.

En conclusión, amigas y amigos lectores el debate en puerta será sin duda el más visto en la historia de México en virtud de que estará en juego dos proyectos el de la continuidad y el del cambio de régimen.

En mi opinión, es claro que este debate tendrá dos conclusiones, o José Antonio Meade muestra su experiencia y lo gana para ser competitivo o López Obrador reafirma su posicionamiento en las encuestas y mantiene su preferencia electoral.

abril 22, 2018 - 7:30 pm

Por: Rubén Ortínez

Columnistas

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