Por un momento los pseudo directivos del Puebla pensaron que llegaba su momento, que los días oscuros y las largas noches habían terminado, después de quedar milagrosamente en el lugar doce de la tabla y de obtener un empate igual de milagroso en Monterrey para después ganar en serie de penales, intentaron crear la percepción del caballo negro.
Se movieron en redes a todo vapor, los yuppies que encabezan al equipo, manejaron la versión de que habían tocado fondo, pero habían renacido de sus cenizas, vaya, que eran la versión moderna de la película “El Gladiador”.
Después de ganar el partido de ida en el Cuauhtémoc al superlíder León, alimentaron su ego, es decir, fueron cinco días de fantasía, de éxtasis, de locura.
Armaron hasta despedidas para los jugadores antes de partir a León para su cita con el destino, todo manejado a través de sus redes sociales, con “el sello de la casa”, dirían los que saben.
La realidad los alcanzó el sábado por la noche, la noche de los cuchillos largos, donde, sin meter las manos, el equipo volvió a ser el de toda la temporada, y desde el minuto 4 de acción, en el primer centro al área, Gularte se agacha y la pelota impacta a Perg para irse al fondo de las piolas, asunto resuelto, no hubo más, se vino el segundo y así caminando, el León terminó por eliminar la ilusión de la pobre afición camotera, que por un momento, me incluyo, pensamos que las cosas podían ser diferentes, desgraciadamente nada más alejado de la realidad.
Jugamos como nunca, perdimos como siempre, diría el clásico.
Lo que lastima y duele es el hecho de que nuevamente esta directiva que se caracteriza por la mentira y el fraude, volvió a timar a los aficionados poblanos vendiéndoles un producto que en realidad no tenía el valor con el que lo habían ofertado.
Ahora se vienen los días de descanso para seguramente regresar a la actividad después del día 10 de diciembre y definir si se queda Juan Reynoso al frente de la escuadra o viene algún cambio en el banquillo.
El peruano tiene contrato hasta mayo del 2021 y lo más seguro es que se mantenga al frente aún y a pesar de que los promotores ya se están moviendo y traen en cartera desde Damián Zamogilny, pasando por Javier Torrente y Nicolás Larcamón, quienes, a través de sus promotores, se mueven para sustituir al peruano.
Vale la pena aclarar que Zamogilny no se promueve aunque ha sido mencionado por sus compañeros de Televisa.
Los que sí están con todo, son los sudamericanos quienes pretenden llegar al Puebla a toda costa.
Quitar a Reynoso implicaría tener que liquidarlo con aproximadamente dos millones de pesos.
La suerte de Reynoso estaba definida, sin embargo, los últimos resultados le dieron aire y a mi parecer antes de cambiar de director técnico se tendría que pensar en reforzar al equipo, sin embargo, por como manejan los empleados al Puebla todo se puede esperar.
Nosotros como siempre seguiremos en línea.
Hasta la próxima.
Twitter@pepehanan
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