La actuación de Alejandro Armenta en la lucha por la candidatura al gobierno estatal lo hace ver desesperado. Claro, las últimas señales han sido porque el dedo del presidente López Obrador apunta a Tehuacán y no hacia Acatzingo. No sólo eso, pareciera que la pugna real, más allá de la guerra local, es entre el líder del senado Ricardo Monreal y la presidenta de Morena Yeidckol Polevnsky.
Están jugando fuercitas, a ver quién gana.
Veamos: el periódico El Universal presenta su encuesta en la que Barbosa gana. Armenta, más tarde, difunde el estudio de Indicadores de Elías Aguilar (que trabaja con Javier Sánchez Galicia) en la que va arriba del excandidato a gobernador.
Luego, el columnista Rodolfo Ruiz relata en su columna una reunión de senadores con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, para acusar a funcionarios del gabinete estatal quienes supuestamente respaldan a Luis Miguel Barbosa; mientras que, Yeidckol Polevnsky sale a decir que la candidatura se definirá por una encuesta del CEN de su partido y que si mandan a hacer otros estudios demoscópicos, el tehuacanense saldría vencedor.
Ayer, en el colmo de forzar a la deseada “pinche señal”, 55 senadores de Morena, capitaneados por Ricardo Monreal, respaldaron públicamente a Alejandro Armenta pidiendo al CEN de Morena (la verdad es que es al presidente, pero son las formas): “Como en el resto del país es necesario llevar a cabo un proceso legítimo, democrático, transparente y equitativo que incluya las aspiraciones de nuestro compañero Alejandro Armenta Mier en los métodos que los Consejos Nacional y Estatal establezcan, con apego a los estatutos de Morena”.
Mientras que, el candidato de Polevnsky, ante los rumores y señalamientos de que no iba a contender por su estado de salud, ya dijo en una entrevista radiofónica que está más puesto que un calcetín y que sí, que no se hagan bolas, que sí va a buscar la candidatura al gobierno del estado por segunda vez.
Sabemos que la encuesta más importante es lo que determine López Obrador. Vivimos un sistema presidencialista (¡oh sí!) y será lo que diga su dedito. Las encuestas que manden a hacer a nivel estatal solo son para medir fuerzas y presionar en la opinión pública. No sirven de nada.
Originalmente, todos pensamos que Armenta estaba pujando para ser considerado con posiciones en distintas Secretarías si es que gana Morena la gubernatura, pero ya ir con Sánchez Cordero a acusarse de una elección de Estado es porque él quiere ser y no otro, rompiendo las reglas de la cuarta transformación.
Sabemos que si no queda Armenta, los 55 senadores que lo respaldan no harán huelga de hambre ni se incendiarán en la plaza pública como monjes budistas durante la guerra de Vietnam, es más no harán nada.
La intención de Ricardo Monreal es retar a la lideresa de Morena (que es apoyada por el presidente de la República) para debilitarla y tomar el control de su partido. Tener de candidato a su amigo Armenta todo con miras para las elecciones del 2024.
No es la primera vez que el líder del senado estira la liga, ya lo hizo en la candidatura por el gobierno de la Ciudad de México y perdió contra Claudia Sheimbaum, la pregunta es: ¿podrá esta ocasión?
Monreal vs Polevnsky, ¿quién gana?
Se corren apuestas
La pregunta más importante es: si antes había un primer priista, hubo un primer panista, ahora ¿hay un primer morenista en el país?
Lo que diga el dedito del licenciado.
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