Los escritores Jorge Volpi y María José Navia comparten sus relatos y su experiencia al escribirlos en el Encuentro Internacional de Cuentistas

Parte importante al momento de escribir es tener un modelo a seguir o un estímulo que permita seguir adelante. Ya sea un autor, un premio o un maestro que guíe en el arduo camino de la escritura. Estos facilitan todo el proceso que conlleva crear, permite centrarse. Esto fueron algunos de los aspectos del ejercicio creativo que tocaron los escritores Jorge Volpi y María José Navia en el Encuentro Internacional de Cuentistas que año con año se realiza en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Ambos escritores empezaron la conferencia leyendo un pequeño texto de su autoría, relatos publicados en la antología que reúne a todos los participantes el encuentro. Navia leyó un cuento titulado “Escenas borradas”, tomado de la antología Todo lo que aprendimos de las películas. Su historia se centra en dos mujeres que narran lo tormentoso que puede ser un embarazo no planeado. Asimismo, ella explica que el volumen está pensado como algo orgánico, pues le gusta escribir cuentos que estén relacionados entre sí.

Por su parte, Jorge Volpi leyó un cuento autónomo que había sido originalmente contemplado para el libro En busca de Klingsor, pero al final fue eliminado por el autor. Titulado “El gato de Schrödinger”, explora la historia del célebre gato del famoso físico. Siendo este relato una sátira ante la ciencia y todas sus problemáticas, el mexicano compartió que en sus cuentos le interesa mucho divertirse, y que en este en particular decidió que debía provocar risa, justo porque él quería reírse un rato.
Ambos autores platicaron un poco respecto a su proceso creativo a la hora de trabajar un cuento, y coincidieron en que, a diferencia de una novela o un ensayo, el del relato es un camino escritural algo más intuitivo. No hay necesidad de estar atento a cada detalle, sino después de esa idea inicial, o de esa primera oración que sirve como apertura para el relato, seguir y no parar hasta llegar al final de la historia.

María José Navia detalló que para poder llegar al final es necesario tener siempre un modelo o un estímulo que seguir. Explicó que, en su caso, fue gracias al gran ejemplo lector de su abuelo que ella se dedicó a escribir. Aunque él no haya sido un gran lector de los clásicos, sino de best sellers, ese mismo entusiasmo lector le terminó contagiando el amor hacia la literatura.

Volpi hizo eco de esta idea y explicó que para el ser humano es necesario estar en una búsqueda constante de ficciones, y que hoy en día da igual el cómo consumamos estas —una película, videojuegos, TikTok—, ya que en el fondo se encuentra el mismo objetivo: conocer historias, hilar pensamientos, que persigue el escritor

Para finalizar, quisieron contar un poco de los autores que los han ayudado a formarse como escritores. En el caso del nacido en Ciudad de México, sus guías fueron Carlos Fuentes, Inés Arredondo y Jorge Luis Borges. Para la chilena, sus influencias son más anglosajonas, como Grace Willy y Joyce Williams.

Foto: FIL Guadalajara