Torneo a torneo esperamos con cierta expectativa que termine la fase regular del fútbol mexicano para “empezar” a ver partidos intensos y de calidad en la liguilla, particularmente desde los cuartos de final, pues si bien es cierto que la postemporada incluye la repesca, esa fase no deja de ser como una segunda oportunidad para meterse de lleno a la fiesta grande de nuestro balompié.
Pues bien. Luego de que en la repesca sí pudimos ver compromisos con su cuota de interés, sobre todo el de Puebla y Chivas que resultó muy dramático, la inesperada goleada de Rayados sobre Cruz Azul y la angustiosa resolución del pase de Pumas sobre Toluca, lo que fue el inicio de los cuartos de final ha provocado mucha molestia entre la afición.
Lo que me ha llamado la atención es que la crítica se ha centrado en el América, cuando siento que no debería ser así.
Pero voy a explicar la razón de mi postura.
Sé que de América se espera mucho porque es una escuadra mediática, a la cual amas intensamente o en su caso la odias con la misma intensidad, pero en este caso, el obligado a hacer goles era Pumas, porque si hay empate en el marcador global al concluir el segundo encuentro, el que avanza es América por su mejor posición en la tabla general, ya que esta ocasión no aplica el gol visitante como factor de desempate.
Y lo mismo va para Monterrey, que después de golear al Cruz Azul, no pudo hacerle un sólo tanto al Atlas.
Esperamos que hoy que entra en acción el Puebla recibiendo a los Panzas Verdes y Santos siendo anfitrión de Tigres, haya goles. Si no fuera así, será la primera vez en la historia que una
ronda cuartofinalista (sea de ida o de vuelta) se vaya sin goles.
Espero que no.

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