El coronavirus sigue avanzando en nuestro país. Estamos próximos a la inauguración de la Fase III y esto querrá decir que nuestro sistema de salud estará trabajando a marchas forzadas. El personal médico requerirá de respaldo financiero, administrativo y social, para poder atender a cada persona que ingrese a los hospitales de nuestro país. Para el 5 de abril, la Secretaría de Salud federal nos informaría más de 2 mil casos confirmados y 94 defunciones: la estimación es que estos números sigan una tendencia al alza durante un tiempo considerable.
Sin embargo, la pandemia también ha probado la fragilidad de la economía internacional y, por supuesto, ha exhibido profundas desigualdades. Tan sólo en Puebla, las familias cuentan con una preocupación legítima, que se refiere a conservar sus empleos, mantener sus negocios y generar ingresos.
En gran medida, hubo quienes apostaron a la intervención del Presidente de la República para emitir su Plan de Reactivación Económica. Después de la conferencia de ayer, el resultado fue la caída de nuestra moneda nacional y la cotización del dólar en 25.75 pesos mexicanos.
Vendrán muchos retos para la ciudadanía, que tendremos que superar con respaldo permanente entre nosotros. La pandemia debe ser un llamado a reencontrarnos y a hacer de la empatía un valor activo.
Tenemos en nuestras manos la protección del futuro. Esto significa cumplir con lo que nos toca en lo individual, como permanecer en casa o seguir las medidas recomendadas, como usar cubrebocas y gel antibacterial.
Pero, también tenemos un llamado a la acción comunitaria: a entender que nuestra responsabilidad ética va más allá de las cuatro paredes en las que habitamos. Hoy es momento de nivelar la balanza: apoyar al de al lado, que tal vez estará en apuros económicos; cooperar con comida a quienes pudieran necesitarlo; en su caso, promover la estabilidad laboral de quienes participen en las actividades económicas de las que formamos parte, entre otros aspectos. Acciones más allá de nuestra esfera personal.
Frente a la ausencia o las restricciones gubernamentales, tenemos que estar a la altura. Es nuestro momento para salir adelante. Sé que podremos.