No me extraña en lo absoluto que las críticas que había escuchado durante la primera semana de exhibición de Había una vez en Hollywood hayan sido tan mixtas.
Muchas personas me habían dicho que era fantástica y otras que estaba aburridísima y muy larga.
Siempre he dicho que la mejor opinión es la propia, así que fui a verla.
Tampoco me extrañó que Quentin Tarantino prohibiera terminantemente que se hablara del final de la cinta, y eso será algo que ustedes tendrán que ver por sí solos si es que no han acudido al cine.
La novena cinta de Tarantino es un homenaje, muy a su manera, al cine. Digamos que lo que, toda proporción guardada, hace Giuseppe Tornatore con Cinema Paradiso es lo que Quentin nos presenta en este filme.
Me queda claro que la experiencia de cada asistente depende por mucho de los conocimientos históricos y cinematográficos que pueda tener.
Habrá quienes no sepan quiénes son Roman Polanski, Sharon Tate, Charles Manson, Bruce Lee, Steve McQueen o Jay Sebring. Puedo entender que sin esta información la película parezca completamente sin sentido.
La verdad es que, desde mi punto de vista, Tarantino no decepciona en lo más mínimo.
Nos entrega comedia, humor negro, sangre, violencia, crítica y crudeza de una manera muy dosificada.
El principal elemento que maneja es la idea preconcebida de que todos los que están viendo la película saben y conocen a los personajes. Ese es el elemento principal que le permite generar tensión en un par de momentos y también explotar la sorpresa… eso hace magnífica la película.
De alguna manera ya lo habíamos vivido con Bastardos sin gloria, pero digamos que el nazismo es mucho más conocido que los personajes de los que habla en esta ocasión.
Una película que no decepcionará a los amantes de este director norteamericano y que ubicará tanto a Brad Pitt como a Leonardo DiCaprio en posiciones interesantes para las próximas entregas de premios.
Sin dudar la recomiendo y solamente sugeriría que quienes no tengan idea de estos personajes antes mencionados den un vistazo a sus vidas para poder disfrutarla de manera plena.