José Juan en su laberinto

Ha llegado el momento para saber si es que esta vez José Juan Espinosa Torres la librará o no. Este es un final de western, porque siempre se ha salido con la suya. Mientras gobernó el morenovallismo en Puebla (ocho años) le rascó los huevos al tigre y nunca le pasó nada. Estiraba la liga y quizá hasta la reventaba pero la brincaba.

Trabajaba con el morenovallismo y luego se peleaba y al final lo volvían a premiar y este se confrontaba nuevamente. Nunca le ocurrió nada, más que Javier Lozano le machucara sus deditos en su camioneta.

Desde enero pasado, el líder del Congreso del Estado, Gabriel Biestro Medinilla, empezó a calar a José Juan. La primera diferencia fue que la esposa del diputado local, Nancy de la Sierra buscó la candidatura a la gubernatura.

En ese momento, a Espinosa Torres le detectaron irregularidades por 33 millones de pesos en su gestión como alcalde de San Pedro Cholula y, en ese contexto, despidieron del Congreso del Estado a uno de los hombres más leales de José Juan, Ignacio Molina.

En ese entonces, como ahora, otro de los pretextos para enfriar al JJ era su presunta misoginia. Aunque en el fondo, desde el arranque del Congreso local comenzaron las fricciones internas por el protagonismo del ex alcalde cholulteca que arreciaron con la candidatura de la elección interna a la gubernatura extraordinaria.

Hay quien cuenta que el primer error de José Juan ocurrió en Julio del año pasado, cuando se confrontaron morenistas y panistas en el hotel MM, pues al legislador se le pidió que se quedara en el Instituto Electoral del Estado defendiendo y denunciando la presunta mapachera detectada, pero su ánimo protagónico pudo más. No le importó la orden y se fue a trepar y a gritar a las rejas del recinto.

El colmo vino en diciembre, cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) le dio el triunfo a Marta Erika Alonso, después de cinco meses de conflicto postelectoral, pues ahí el diputado ordenó una huelga legislativa que no cayó nada bien a la líder nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky.

Fue el periodista Fernando Maldonado que captó en una sesión extraordinaria del Congreso estatal, un diálogo de Whatsapp en el que el ahora secretario General de Gobierno, Fernando Manzanilla, escribía que José Juan no era confiable y hasta peligroso.

El JJ también quiso medir fuerzas con Manzanilla. Trató de descalificarlo pero contrario a sus pronósticos, el encargado de la política interna en este gobierno interino se fortaleció más.

José Juan Espinosa, dicen algunas fuentes consultadas, respaldaba a Enrique Cárdenas Sánchez desde hace tiempo y fue quien acercó al ex rector de la UDLAP con el grupo Jalisco encabezado por Enrique Alfaro. Y ese error estratégico aún no se lo perdonan los morenistas, pues ya sabemos que los encargados de la guerra sucia vienen desde ese estado de la República.

Hoy, José Juan está a un paso de ser expulsado de la cuarta transformación que seguramente llegará a Puebla y tiene, además, en la congeladora una revisión pendiente de cuentas públicas por lo que sabe que no le conviene andar vociferando a tontas y a locas.

¿La librará, le bajará a su actitud, se hará mártir o por primera vez le caerá la guillotina desde Morena?

Se corren apuestas.

Foto: Es Imagen / Jafet Moz

mayo 23, 2019 - 9:50 pm

Por: Zeus Munive

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