Durante muchos meses se habló en el círculo rojo de la posibilidad que existía de que el Partido Acción Nacional aceptara ir en una alianza para las elecciones del 2021 con el Partido Revolucionario Institucional, dado que ir en alianza con el Partido de la Revolución Democrática, ya no era novedad.
Sin embargo, la sola posibilidad de que se caminara junto con el adversario político del PAN desde hace más de 80 años, causaba por lo menos extrañeza, cuando no desconfianza.
Debo confesar que en un principio la sola posibilidad parecía impensable por la alta carga histórica de confrontación política, pero se escucharon las voces de la sociedad que se organizaron en movimientos como Si por México y Alternativas por México que pedían a los partidos de oposición ampliar su visión y su papel en el México que se está rompiendo y que parece encaminarse al autoritarismo si no se hace algo ya.
Por eso el PAN abrió una amplia consulta con la militancia a través de llamadas directas; se le preguntó a los Comités Directivos Estatales su opinión de acuerdo a sus propias circunstancias locales; se consultó a liderazgos importantes, como gobernadores y ex gobernadores; se realizaron encuestas para saber que opinión tenía la ciudadanía sobre el tema; se realizó un amplio y extenso debate en el seno del Consejo Nacional, y al final, se sometió a votación en el órgano directivo encargado de la decisión.
El resultado fue una muy amplia mayoría a favor de explorar esa alternativa con el siguiente resolutivo:
PRIMERO: Se autoriza al Comité Ejecutivo Nacional a explorar, y en su caso, suscribir convenios de coalición flexible o parcial con otros partidos políticos, a excepción de MORENA, para la conformación de una mayoría que suscriba una agenda democrática mínima común, suscrita públicamente por partidos y candidatos, comprometida con el federalismo, el combate a la corrupción y el fortalecimiento democrático, poniendo siempre al ciudadano como el principal beneficiario de esta agenda y postulando candidaturas con solvencia moral y buena fama pública; ello, para la elección de Diputados Federales por el principio de mayoría relativa en el proceso electoral 2021, salvo en los casos de los Distritos Electorales Federales correspondientes a los estados de Jalisco, Morelos, Querétaro y Tamaulipas.
Así las cosas, en el siguiente proceso electoral, el PAN se presentará con candidatos propios en la mayoría de los distritos que sean parte del convenio, para que sean apoyados por el PRI y por el PRD, y a su vez, el PAN tendrá que apoyar a los candidatos a diputados federales que presenten esos partidos en otros tantos distritos.
El bien mayor es impedir que el autoritarismo, que amenaza con instalarse en nuestro país, tenga un contrapeso institucional en la cámara de Diputados.
Para mí, con 38 años de militancia en el PAN, no fue una decisión sencilla de aceptar ir en una alianza con nuestro adversario histórico, pero siempre he afirmado que en política, se debe actuar bajo los principios éticos y con lógica.
Sin apartarme de la ética, la lógica me dice que el adversario ya no es el PRI. Ahora tenemos enfrente a lo peor del PRI del pasado dirigiendo el país. Ahora se disfrazaron de Morena.
Por eso es una obligación moral, y un deber político, frenarlos por la vía institucional, el voto. Vamos pues, juntos, hasta la victoria.