Todos conocemos a la famosa China Poblana, todos sabemos que es un hito de la sociedad. La reconocemos como uno de los personajes que ha dado identidad a los poblanos. Su origen durante años ha sido elemento de algunos mitos y leyendas, algunos dicen popularmente que “ni fue china ni fue poblana”, sus características han cambiado con el paso del tiempo, y su vestimenta tan interesante y tradicional ha sido referencia o representación de Puebla a nivel internacional.
Se dice que la China Poblana nació en 1602 en la India, fue una esclava asiática, capturada por piratas y se llamaba Mirra. Por el comercio producido por la Nao de China llega al puerto de Acapulco, después a Puebla siendo el dueño Miguel de Sosa, donde también se caso y tomo los hábitos, se le conoció con el nombre de Catarina de San Juan, murió en la pobreza y nunca dejo su carácter de esclava. En su funeral se dieron cita muchos poblanos que querían tener una reliquia de esta mujer ya que al llegar a Puebla se hizo famosa por sus visiones de santos, ángeles, la Virgen María y Jesús, dejo en su testamento un crucifijo, algunos cuadritos, una cazuela y la ropa que portaba. Era considerada Santa por la población y por esta razón su cuerpo fue sepultado en el altar de la antigua Iglesia del Espíritu Santo o de la Compañía.
En la guía de patrimonio religioso se menciona que la confusión entre Catarina de San Juan y la “China Poblana” radica en que durante el siglo XIX a algunas poblanas se les decía chinas, relacionándolas con las ropas tan llamativas y coloridas que utilizaban. Estas mujeres eran conocidas así en la ciudad de Puebla, Ciudad de México, Oaxaca y Guadalajara. Por esta razón se creyó que la “China de poblana” era la que había inventado esos trajes. Así es como a principios del siglo XX su imagen comenzó a ser utilizada y promovida como elemento del nacionalismo mexicano.
Twitter: DanyCaPo
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