María Cristina Estela Marcela Jurado García nació en Guadalajara, Jalisco el 16 de enero de 1924. El mundo la conocería artísticamente como Katy Jurado, mujer de gran presencia escénica y temperamento a prueba de balas.
Estuvo casada en dos ocasiones, la primera con el actor y escritor Víctor Velázquez de 1940 a 1943 y la segunda con el actor Ernest Borgnine de 1959 a 1963; tuvo dos hijos: Víctor Hugo y Sandra. En algunas entrevistas ella aseguró haber vivido breves romances con John Wayne y Tyrone Power, además de uno más prolongado con Marlon Brando.
Katy tenía la intención de ser abogada, pero los planes cambiarían cuando la llamaron para actuar en una película; fue Emilio ‘el Indio’ Fernández quien le hizo la primera invitación… sus padres no dieron autorización. Posteriormente actuaría en No matarás, de la mano del productor Mauricio de la Serna con quien firmó un contrato por varias películas (sin el consentimiento de sus padres).
Al enterarse sus progenitores de esta firma amenazaron con mandarla a un internado y ella decidió casarse con Víctor Velázquez para poder salir de su casa y hacer lo que realmente quería.
Para ser sinceros, la belleza de Katy Jurado acaparaba la pantalla y llamó la atención de múltiples actores y directores de México y Estados Unidos. Su primer trabajo en Hollywood fue en The Bullfighter and the Lady donde actuó al lado de Robert Stack y sin saber inglés. Comentó que se aprendió fonéticamente sus diálogos … su buen desempeño le abriría las puertas de la meca del cine.
Llegaría High Noon con Gary Cooper y Grace Kelly por la que obtuvo el Globo de Oro como actriz de reparto. Posteriormente sería nominada por la cinta Broken lance a mejor actriz de reparto al Oscar. Ella fue la primera actriz mexicana en recibir ambas distinciones.
Su filmografía es bastante larga y con éxitos tanto en México e Italia como en Estados Unidos. Finalmente, su carrera terminó con algunas actuaciones en las telenovelas Más allá del puente y Te sigo amando.
Su mayor herencia es un amplio legado de actuaciones brillantes aun en películas que no fueron precisamente brillantes o con historias que no eran del todo satisfactorias; pero su presencia simple y sencillamente iluminaba la pantalla… y lo sigue haciendo.