Rodolfo Guzmán Huerta nació el 23 de septiembre de 1917 en Tulancingo, Hidalgo.
En esa fecha también nacería quien se convertiría en la auténtica leyenda de la lucha libre mexicana.
El Santo, el enmascarado de plata, se convirtió en uno de los principales símbolos de la paz, la justicia y el honor en el cuadrilátero. Pero traspasó al cine y a convertirse en ídolo de los pequeños.
Como luchador peleó de 1942 a 1982, nunca fue desenmascarado.
En su carrera también logró consolidarse como estrella de cine, protagonizando 52 películas en las que combatió desde compañeros luchadores hasta hombres lobo y mujeres vampiro.
Las cintas se distribuían no solamente en México sino también en toda América Latina y Europa.
Siendo honestos Blue Demon, Mil Máscaras y Huracán Ramírez también protagonizaron películas pero nunca lograron destacar tanto como El Santo.
Rodolfo Guzmán Huerta fue el quinto de siete hijos. Sus padres Jesús Guzmán Campuzano y Josefina Huerta Márquez decidieron mudarse a la Ciudad de México en la década de los 20 y se asentaron en el centro histórico.
Rodolfo de pequeño practicó béisbol y fútbol americano; posteriormente se inclinaría por la lucha.
Su hermano Miguel participaba como Black Guzmán y Jesús interpretaba a El Pantera Negra. Desafortunadamente Jesús falleció aquí en Puebla el 13 de agosto de 1934.
Rodolfo pasó por varios nombres: Rudy Guzmán, El Hombre Rojo, El Enmascarado, El Incógnito, El Demonio Negro, El Murciélago Enmascarado II.
Posteriormente sería su entrenador, Jesús Lomelí, quien le brindaría la posibilidad de formar parte de un equipo en donde vestiría de plateado y le dieron a escoger entre los nombres de: El Santo, El Ángel y El Diablo.
Así nacería una leyenda que hasta la fecha sigue siendo recordado y admirado por muchos a pesar de haber fallecido el 5 de febrero de 1984.
Foto: Es Imagen / Jafet Moz