La Grandeza de México brinda al público este diciembre acceso a obras patrimoniales nunca vistas en nuestro país

La magna exposición “La Grandeza de México”, concebida como una de las actividades culturales más relevantes de 2021, presenta este diciembre, en sus dos sedes: el Museo Nacional de Antropología (MNA) y el Salón Iberoamericano del edificio de la Secretaría de Educación Pública (SEP), un panorama único acerca de la vastedad del patrimonio cultural, la historia y las identidades que se han creado en el territorio que hoy es México.

En el MNA, recinto adscrito a la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dos de los curadores, Baltazar Brito Guadarrama y Karina Romero Blanco, subrayaron lo trascendente que es reunir obras patrimoniales pocas veces vistas e, incluso, inéditas museográficamente.

Ante el imponente meteorito de Charcas, hallado en 1804 en San Luis Potosí, el cual es una de las piezas que recibe al público en la Sala de Exposiciones Temporales del MNA, se destacó las acciones de diplomacia cultural realizadas por el Gobierno de México, mediante las cuales fue posible reunir más de mil 500 obras para su exhibición: 380 en el MNA y mil 145 en la sede histórica de la SEP.

Parte de ese conjunto, comentó Baltazar Brito, lo integran 44 piezas que llegan a esta muestra como traslados temporales, gracias a las gestiones de la presidenta del Consejo Asesor Honorario de la Coordinación General de Memoria Histórica y Cultural de México, Beatriz Gutiérrez Müller.

Ejemplo de ello es dicho meteorito, el cual fue llevado a Francia en 1867, cuando las fuerzas expedicionarias del mariscal François Achille Bazaine lo tomaron para su estudio científico cuando se retiraban militarmente de México. Ahora, fue trasladado desde el Museo de Historia Natural de París.

La exposición, añadió Karina Romero, “celebra las múltiples identidades de México, invitando al público a conocer una variedad de lenguajes, culturas y manifestaciones artísticas que se han elaborado en distintos momentos de nuestra historia”.

Divida en cinco apartados temáticos: Territorio: escenarios de vida y paisajes culturales; Espiritualidad: una vía para comprender el mundo; El individuo: origen y centro de las culturas; Simbolismo: ideas y representaciones del mundo y El motor de la historia, la exposición incluye piezas trascendentales para el devenir de la humanidad como cuatro olotes de maíz –el cereal más cultivado del mundo–, fechados entre 10,000 y 12,000 años de antigüedad, los cuales son testimonio de los inicios de su domesticación en el Valle de Tehuacán, Puebla.

Otra obra de importancia que se exhibe por primera vez en México, en calidad de original, es el Mapa de Uppsala, fechado en 1550, muestra un panorama topográfico de la Ciudad de México y su entonces entorno lacustre. Su traslado temporal a nuestro país fue acordado con las autoridades de la Universidad de Uppsala, en Suecia.

“Las piezas procedentes del extranjero han sido durante mucho tiempo embajadoras de nuestra riqueza cultural”, comentó Baltazar Brito al hablar del prestigio que tales elementos tienen para museos del mundo, siendo uno de ellos el Quai Branly-Jacques Chirac, de Francia, cuya primera pieza colectada en 1998 fue la figurilla de una mujer asociada a la cultura chupícuaro, la cual se asentó entre los años 600 y 200 antes de Cristo, en el actual estado de Michoacán.

Integrada a la exposición del MNA, la Mujer chupícuaro se une a otra pieza emblema del Quai Branly, el llamado Penacho de Cuauhtémoc, así como a un cráneo humano trasladado desde el Museo del Hombre de París, durante mucho tiempo atribuido al tlatoani Motecuhzoma II, dada la presencia de una aparente herida por impacto de piedra.

Más allá de los mitos en torno a estos elementos, refirió Karina Romero, ya que se ha probado científicamente que el primero no es un penacho y tampoco perteneció a Cuauhtémoc, y que el segundo no corresponde a ese gobernante mexica, o siquiera a una herida hecha con una piedra, constituyen valiosos objetos históricos que hablan de los lazos de amistad entre las naciones, además de representar oportunidades únicas para su apreciación y probable estudio.

Los curadores agradecieron la buena voluntad de los gobiernos e instituciones culturales de Suecia, Francia, Italia, Guatemala y el Vaticano, entre otras naciones que cooperaron con México en materia de traslados temporales, así como a las comunidades de nuestro país que colaboraron con el INAH para la exhibición de bienes arqueológicos localizados y/o exhibidos en ellas.

Es el caso de la llamada Gobernante de Amajac, escultura descubierta en enero de este año en la comunidad de Hidalgo Amajac, en la Huasteca veracruzana, la cual representa a una mujer de élite con tocado y atavío de realeza. La efigie, única en su tipo, se muestra por primera vez al público.

También resalta el conjunto de obras escultóricas procedentes del Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de Ndachjian-Tehuacán, Puebla, que gracias a la colaboración y vigilancia de su comunidad, llega al MNA para representar ante el mundo la cosmovisión de la cultura popoloca.

La Grandeza de México permanecerá en exhibición hasta el 26 de abril de 2022, en sus dos sedes. En el Museo Nacional de Antropología el horario es de martes a sábado, entre las 10:00 y 17:00 horas, con un acceso libre al público.

diciembre 26, 2021 - 11:30 am

Por: Staff

Cultura

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