Una fuente bien informada analizaba la ruptura de Acción Nacional con el PRI y el PRD en la víspera de la elección poblana:
“Yo creo que Genoveva Huerta ya se alió con ya sabes quien. Como dicen en El Padrino, siempre ve al beneficiario”.
Le pregunté a otra persona que tiene bien claro lo que pasa en Puebla:
-¿Quién crees que está detrás de todo este galimatías de la ruptura de la alianza?
-mmm… pues seguramente es El Señor.
-¿El Señor?
-Sí, ya sabe quien.
-Oye, ¿pero no Genoveva y su equipo trabajaban para Fernando Manzanilla?
-Pues trabajaban porque en esta Manzanilla sale perdiendo. Si iban en alianza perdía Manzanilla y si el que encabezara la alianza era Eduardo Rivera también perdían. Manzanilla ya es un mito. Es inteligente y preparado, pero ya se ha aliado a puro cartucho quemado. Ya es necedad. Aunque te voy a decir algo, podría ser que Genoveva Huerta le vendió una idea a Manzanilla y la otra a ya sabes quién. Tumba a Eduardo Rivera, allana el camino para Morena y de paso también queda bien con quien hay que quedar bien. Esta fue una jugada maestra. No nos dimos cuenta de los mensajes que se habían dado desde el principio y no leímos todas las entrevistas que se han hecho de enero para acá, ahí está la clave de todo esto.
Ambas fuentes o saben analizar muy bien o saben demasiado.
Nos engañaron como chinos, porque efectivamente Manzanilla no gana ni pierde. Es más, queda como el perro de las dos tortas. Ni para bien ni para mal. Tendrá a sus empleados en el PAN y sus seguidores pero al final no le hizo el trabajo sucio a nadie. De por sí, las últimas encuestas no gana nada, nada de nada, es de los que más bajo aparece.
Quien pierde es el PAN como partido en la ciudad, el PRI que de por sí tiene una pésima imagen que no se quita ni con lejía y el PRD que de por sí ya no servía para mucho. Quien gana es Genoveva porque seguramente será diputada plurinominal y se apunta para dirigir a su bancada.
¿A qué le van apostar los albiazules?, a su marca. No tienen buenos operadores electorales: uno está en la cárcel, otro ya falleció y otros más están en sus propios proyectos, otro más es un “grillo” y a veces trabaja para el PAN y otras para un senador de la República quien fue priista.
La ciudad de Puebla es importante porque es una caja de resonancia en diputaciones locales y federales además de los municipios conurbados, pero se enfrentarán contra un partido que depende de la imagen del presidente Andrés Manuel López Obrador. Gabriel Biestro que sigue sumando puntos en la contienda no es el mismo Biestro hace un año que ahorita. Ha ido avanzando en conocimiento. Ahí va paso a pasito. Sus enemigos, ya lo hemos dicho, son bots que alguien paga para hacerle una guerra sucia.
La ruptura de la alianza PRIAN ayuda a Morena y la fortalece.
Esta no será una elección social, será de estructuras y el PAN perdió todo cuando falleció su líder Rafael Moreno Valle en aquel trágico accidente. Los demás que se quedaron no tienen esa capacidad para operar un proceso electoral que influya hasta en el Tribunal Electoral.
Así que de esta historia hay dos que ganan: Genoveva Huerta que además se queda con el control de su partido, queda bien con quien tiene que quedar bien, le da el avión a los manzanillistas y, por otro lado, el segundo gran ganón es Morena porque les guste o no esto ayudará a mantener varias diputaciones locales y federales y si se descuidan pueden mantener la alcaldía, difícil pero no imposible.
La apuesta en una guerra electoral es ganar. No ganar perdiendo.
Así que digan lo que digan, Morena sí puede mantener muchas posiciones en la elección por venir, porque detrás de todo sí hay un gran estratega que seguramente observa cuidadoso toda esta “la novela poblana”.
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