Una verdadera prueba de fuego es la que tienen tanto el nuevo secretario de Seguridad Pública Estatal, Miguel Idelfonso Amezaga Ramírez y el encargado de despacho de la Fiscalía General de Justicia (FGE), Gilberto Higuera Bernal.
Se dice que ambos tienen en juego su permanencia en sus respectivas instituciones, aunque uno más que otro.
Para Amezaga Ramírez, la prueba de fuego será frenar los linchamientos que se han vuelto una constante, ya desde hace varios meses.
La aplicación de los protocolos no bastará, sino un poco más, para que no lleguen a la muerte los presuntos delincuentes que sean detenidos por la población.
Mientras tanto, en lo que es la definición del futuro de la FGE, Higuera Bernal, podría ganarse la titularidad oficial, si es que resuelve el ajusticiamiento por propia mano que hubo en Cohuecan y Tepexco.
Por lo tanto, se espera que en próximos días se registre un avance de las investigaciones, incluso con algunas aprehensiones de quienes presuntamente estuvieron inmiscuidos.
Pero esta labor de inteligencia se tiene que hacer como una operación quirúrgica, ya que si se llegará a aprehender a “chivos expiatorios”, todo podría derrumbarse en la FGE en un juicio.
Por eso mismo, en los pasillos de la institución, se dice que se trabaja a marchas forzadas para sostener con pruebas cualquier detención.
Pero el tiempo los come.
Tiempo al tiempo
La encuesta
El fin de semana le revelé de una encuesta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en la que la gran mayoría de los poblanos aceptan el linchamiento ante la falta de justicia o impunidad constante.
En el informe Especial Sobre los Linchamientos en el Territorio Nacional de la CNDH, se realizó una encuesta para ver la percepción ciudadana sobre el fenómeno del linchamiento.
En Puebla, el 55.6 por ciento aprobaron los linchamientos y que debe ser aceptado por las autoridades como una manera de justicia.
A la pregunta sobre si la ciudadanía debe actuar ante alguna situación delictiva si las autoridades no responden, el 72.4 por ciento dijo que estaba de acuerdo.
Sin embargo, el 77.1 por ciento de las personas encuestadas señalaron que los linchamientos no han mejorado la seguridad de los lugares donde ocurrieron.
Las autoridades han brillado por su ausencia, por un 54.2 por ciento de los poblanos reprobaron su capacidad para detener conflictos.
Además, uno de cada 3 poblanos manifestó haber visto mensajes de advertencia de linchamiento contra delincuentes en sus comunidades o colonias.
De esta manera, la mitad opinó que la presencia de este tipo de amenazas ha disminuido al doble la incidencia delictiva
Datos que hay que tomar en cuenta y la autoridad analizar.
Foto: Es Imagen / Miguel Romero