El trompetista y cantante Louis Armstrong, quien es considerado, a 117 años de su nacimiento, como uno de los músicos estadunidenses más populares, revolucionó la historia del jazz en Estados Unidos y el extranjero.
Grabó innumerables discos, ofreció magníficos conciertos, sus músicos se renovaban sin que la calidad del grupo se resquebrajaba y el mundo entero fue testigo de su talento, quien llevó su sonrisa por los cinco continentes.
Satchmo, como le decían sus amigos, es una de las figuras más carismáticas e innovadoras de la música, cuyo legado se mantiene vivo hoy en día.
Sus habilidades musicales y su brillante personalidad lo llevaron a transformar el jazz desde su condición inicial de música de baile, con raíces folclóricas en una forma popular, de acuerdo con sus biógrafos.
En el inicio de su carrera cimentó su fama, sobre todo como cornetista y trompetista, posteriormente su condición de vocalista lo consagró como una figura internacionalmente reconocida y de enorme influencia para el canto jazzístico.
Louis Armstrong nació el 4 de agosto de 1901 en New Orleans, Louisiana, Estados Unidos, en el seno de una familia muy pobre, sin antecedentes musicales, que habitaba en uno de los barrios marginales de aquella ciudad estadunidense.
Su primer contacto con la música surgió en un reformatorio para niños abandonados donde fue admitido por buena conducta en la banda de este organismo.
El director musical de esta banda, Peter Davis fue quien lo aconsejó a elegir la trompeta como su principal instrumento, aunque logra dominar otros.
Al salir del reformatorio, en 1914, comenzó a trabajar en los cabarets de Storyville donde se concentraban todos los locales nocturnos de la ciudad.
En ese lugar conoció al cornetista King Oliver y en 1918, con una bien ganada reputación como cornetista, fue contratado por el director de la orquesta Kid Ory y posteriormente el pianista y director de orquesta del género hot jazz, Fate Marable, lo incorporó a su prestigiosa banda.
En 1922, llegó su gran oportunidad: Oliver, lo llamó para incorporarlo a su Creole Jazz Band, en Chicago, donde comenzó su apoteósica carrera cuya fama llegó hasta Fletcher Henderson, quien era considerado como el mejor director musical afroamericano del momento.
Tras incorporarse a la banda de Henderson, Armstrong en tan sólo un año logró revolucionar el estilo y la forma de tocar de sus compañeros y grabó con las mejores cantantes de blues de la época como la gran Bessie Smith.
Entre 1925 y 1928, luego de dejar la banda de Fletcher, formó sus dos propios grupos musicales: Hot Five y Hot Seven, en los que realizó varias grabaciones que a decir de sus críticos, constituyeron la semilla germinal de todo el jazz que hoy se conoce.
En 1932 viajó por primera ocasión a Europa, consiguiendo un espectacular éxito en París, Francia, mientras que del otro lado del Atlántico, Hollywood, lo reclamaba y apareció en numerosas películas de desigual calidad.
A mediados de la década de 1940, formó su celebérrimo grupo: All Stars, con el tombonista Jack Teagarden; el clarinetista Barney Bigard; el pianista Earl Hines; el baterista «Big Sid” Catlett y el contrabajista Arvell Shaw.
Con ellos, Louis Armstrong se presentó el 13 de agosto de 1947 en el club “Billy Berg’s”, de Los Angeles, California, y en esa nueva etapa se desenvolvió hasta el final de sus días.
Poco antes de morir, en 1971, Armstrong lamentaba la falta de reconocimiento, pues consideraba que siempre había hecho grandes cosas para elevar “a la raza, pero no siempre se entendieron».
“Soy un músico y todavía recuerdo cuando, como ciudadano americano, hablé a favor de mi gente durante los disturbios de la integración en Little Rock”, señaló el músico en ese entonces, de acuerdo con el portal El País.
En 2001, cuando fue el centenario de su nacimiento, su ciudad natal, Nueva Orleans hizo la fiesta “Satchmo Summerfest”, de cuatro días, por esta conmemoración.
De igual manera hubo una serie de homenajes por todo Estados Unidos, desde conciertos, reediciones especiales de sus discos, seminarios en universidades, biografías y programas de televisión.
Fue tanto el impacto que tuvo este músico, que al aeropuerto de Nueva Orleans se le cambió el nombre, colocándole el suyo, en esta ceremonia asistieron miles de fans.
“Armstrong nos enseñó a todos a tocar”, puntualizó el trompetista y compositor Wynton Marsalis, mientras que el cantante Tony Bennett agregó que Louis enseñó al mundo lo que es el jazz “se puede decir que él en solitario inventó la canción en el jazz; Sinatra, Billie Holiday, Nat King Cole, todos fueron influidos por él”.
En 1970 se le rindió un homenaje en el marco del prestigioso Festival de Jazz de Newport, en el que participaron figuras de la talla de Mahalia Jackson, Dizzy Gillespie, Bobby Hackett o The Eureka Brass Band. Louis Armstrong falleció el 6 de julio de 1971.