El pasado sábado se reunió virtualmente con sus seguidores con un concierto vía streaming desde la Arena Ciudad de México, ahí lució (como siempre) su talento y su capacidad interpretativa.
Si bien el concierto tuvo una gran carencia que es precisamente la del público que es ferviente seguidor de Lupita y que en cualquier otro evento musical de la intérprete corean de principio a fin cada una de sus melodías, ahora brillaron por su ausencia.
Tengo la firme esperanza de que en breve tendremos la oportunidad de gozar no solamente de Lupita D’Alessio sino de todos los cantante en vivo. Al menos considero que ya falta menos.
Guadalupe Contreras Ramos nació en Tijuana el 10 de marzo de 1954, y lo hizo en una familia ya involucrada en el mundo del espectáculo. Haría su debut justamente en el programa de variedades conducido por su padre: Poncho D’Alessio.
Quizá el canto no fue su primera opción de profesión, pero la vida la fue llevando por esa línea.
Su vida profesional y personal han sido tema de conversación por décadas. Pocos secretos ha habido en su vida. Y muchos menos después de haber realizado su bioserie para Televisa.
Lupita tiene algo que pocos cantantes disfrutan, y eso es el cariño incondicional de su público. Quienes han estado en las buenas, en las malas y en las peores al lado de la intérprete.
Debo confesar que el mote de la “leona dormida” nunca me ha gustado para referirme a Lupita, porque tiene todo menos estar dormida. Es una mujer aguerrida, temperamental, con la sensibilidad a flor de piel, directa, elocuente, simpática y vulnerable.
Lupita no es abierta con todo mundo, lo es cuando se siente en confianza. Es generosa con los que ama y amorosa con sus seres queridos. Ella ha llegado, vivido y permanecido en el infierno para salir y poder disfrutar del aquí y del ahora. Ella reconoce que su vida ha sido una montaña rusa llena de altas, bajas y curvas peligrosas… pero ha salido victoriosa.
Su carrera es el mejor aval. Hoy por hoy sigue siendo una de las consentidas del público y lo mismo recibe aplausos que besos y el gran respeto de sus seguidores.
Ella misma la semana pasada agradecía a Dios el poder llegar a los 67 años con la posibilidad de regalarle y regalarse un concierto a quienes la siguen. Y vaya que ha sido un gran obsequio.
La D’Alessio tiene mucha carrera por delante y eso no hace más que entusiasmarnos por verla de nuevo en vivo, espero que así sea y muy pronto.
Mientras eso sucede, estoy seguro que muchas personas se unirán a mi para desearle un feliz cumpleaños a la mejor intérprete de nuestro país.