Mis Treinta: Intolerancia, en medio de la guerra

Intolerancia comenzaba a crecer, eso era un hecho y al mismo tiempo que al interior, Mario se preparaba para tener que bregar contra la “hoguera de las vanidades” en que se convirtió la redacción, también tuvo que luchar contra el mar de intereses en medio del cual se encontraba el periódico, como parte de la lucha entre dos grupos antagonistas, el melquiadismo y el marinismo.

Varios factores influyeron para que se diera este choque de trenes: La derrota priista del año 2000, la cual dejo al “partidazo” en la orfandad y sin el jefe máximo, el cual durante muchos años marcó las formas de hacer política en el país, “el que se mueve no sale en la foto”; la creciente rivalidad entre el entonces gobernador, Melquiades Morales Flores y el entonces presidente municipal de Puebla, Mario Marín Torres; la pugna por la dirigencia nacional del tricolor y las ambiciones presidenciales de Roberto Madrazo.

Desde 1999, el priismo poblano se había dividido, el entonces gobernador Melquiades apoyaba a Francisco Labastida Ochoa, como candidato del PRI a la presidencia de la República, mientras que el entonces alcalde capitalino, Mario Marín, apoyaba a Manuel Bartlett Díaz, su entonces mentor y quien le había abierto el camino a la presidencia municipal de Puebla.

Era la primera vez que el PRI iba a una contienda interna, para designar a su candidato a la presidencia de la República y aunque el favorito de la estructura era, el sinaloense, Francisco Labastida, Roberto Madrazo Pintado, ex gobernador de Tabasco, encabezaba las preferencias, además de Madrazo, otros dos personajes buscaban también la candidatura a la presidencia, Manuel Bartlett ex gobernador de Puebla y Humberto Roque Villanueva, quien había alcanzado la inmortalidad, debido a la famosa seña que lo hizo mundialmente famoso, tras aprobarse el incremento al IVA, que paso del 10 al 15 por ciento, para enmendar el “error de diciembre” de 1994, al inicio de la administración del entonces presidente Zedillo.

La rivalidad entre Melquiades Morales y Mario Marín iban a marcar casi una década de disputas políticas de Puebla y en medio de estos actores políticos, Intolerancia Diario, el mejor periódico de su época, iba a navegar en aguas pantanosas.

Jamás olvidaré la competencia interna que se formó en la entonces redacción del periódico, era una lucha diaria, como jamás la volví a vivir, por obtener la nota de ocho, por ver reflejado tu nombre en la primera plana.

Zeus Munive y Erika Rivera tenían excelentes relaciones con los panistas y con los perredistas, en ese entonces el PRD era un partido en formación aún, pero no faltaba mucho para que llegase un personaje, el cual iba a transformar completamente la vida de este partido, Miguel Barbosa, quien por cerca de dos décadas dominaría la vida interna de este instituto político.

Erika Rivero había llevado a Mario Martell, quien era su compañero en la maestría en Literatura en la Ibero Puebla. Martell comenzó a recrear a los lectores, junto con el director editorial, Mario Alberto Mejía de las mejores crónicas políticas de la época. Héctor Hugo Cruz, también se sumaba al proyecto para realizar especiales y el proyecto se fortalecía aún más.

El poder, porque hay que reconocer que el periodismo da poder, se respiraba en la redacción, pero también, el ambiente de camaradería, se comenzaba a enrarecer.

Yo comencé a manejar muy bien las fuentes del PRI y dos que me gustaban mucho, el Instituto Electoral del Estado y el Congreso, el centro de toda la vida política de la entidad.

La elección del 2001, sin duda, dejo en claro que, en menos de un año, Intolerancia ya era el referente político de la entidad.

Los procesos internos del PRI y del PAN fueron por demás apasionantes. En el tricolor, cuatro personajes buscaban la candidatura, Carlos Alberto Julián y Nacer, “el gallo del gobernador Melquiades”; Mario Montero Serrano, “el candidato de Marín”, Blanca Alcalá candidata del bartlismo y Víctor Gabriel Chedraui, el candidato del melquiadismo para jalar la marca y proteger a Nacer.

En el PAN, el proceso interno fue igual de apasionante, el Yunque, la organización que dominaba al panismo poblano, postuló a uno de sus líderes, Francisco Emmelhainz, seguros de que iban a obtener el triunfo.

La oposición panista, encabezada por el grupo Renovación, y el resto de los movimientos que se sentían desplazados por los yunquistas, postularon al ex dirigente empresarial, ex líder de la Canaco Puebla, Luis Eduardo del Sagrado Corazón Paredes Moctezuma, quien era visto como un personaje fácil de derrotar por parte de los Yunquistas, pero se equivocaron.

Intolerancia se convirtió en el referente de la lucha al interior de los dos principales partidos políticos en ese entonces, en sus páginas quedó plasmada la contienda, la cual se definió mediante una “encuesta”, la cual benefició a Carlos Alberto Julián y Nacer, mientras que, en una polémica asamblea, Luis Paredes, se impuso sobre el yunquista, Francisco Emmelhainz Naveda.

La campaña también fue intensa, Nacer en todo momento fue boicoteado por el marinismo, grupo político que solo logró colocar a un candidato, el entonces director del DIF municipal, Javier López Zavala, a quien coló como candidato a la diputación local por el distrito 3 con cabecera en la ciudad de Puebla.

Nacer, a su vez, no se ayudó mucho, era un buen hombre, pero no tenía el perfil de candidato y se enfrentó a un personaje, que rompía con el estereotipo del político tradicional, como Paredes, dicharachero y echado para adelante, que maltrató una y otra vez al abanderado del PRI, hasta humillarlo un día, al salir de una conferencia impartida en la Upaep, Paredes increpó a Nacer y lo reto a debatir y le dijo ¿o tienes miedo?

Nacer balbuceó y sus palabras sirvieron para que Paredes hiciera un spot en donde aparecía una Nácer titubeante, ante un candidato altanero y provocativo.

Carlos Julián, criticaba duramente a la administración de Marín, “tachando” durante una reunión con empresarios de “fachadismo” las obras llevadas a cabo por la administración del entonces presidente municipal de Puebla.

Todo esto quedó plasmado en las páginas de Intolerancia, el diario, en todo momento fue objeto de todo tipo de presiones, comenzaba a ser incómodo para muchos, era la primera prueba de fuego y se cubrió con creces, aunque más tarde se pagaría el costo.

El domingo 11 de noviembre de 2001, Luis Paredes Moztezuma, derrotó a Carlos Alberto Julián y Nacer, en la contienda por la presidencia municipal de Puebla.

Intolerancia marcó el rumbo de la elección de principio a fin y remató con “broche de oro” con una de sus mejores portadas. A toda plana, Carlos Alberto Julián y Nacer y su rostro, la viva imagen de la derrota, no había más que decir, la imagen de la lenta de Rafael Durán, lo dijo todo.

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agosto 15, 2021 - 6:00 pm

Por: Ricardo Morales Sánchez

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