Hasta hoy, nadie ha entendido cómo es que los partidos Verde y del Trabajo fueron los que hicieron ganar a la coalición Juntos Haremos Historia, el pasado dos de Junio. La estrategia fue elaborada por el propio Luis Miguel Barbosa y uno de sus operadores políticos más cercanos, ya se imaginarán quién.
Siendo honestos ¿de cuándo acá el PT y el Partido Verde tienen voto duro? Las últimas elecciones habían perdido estrepitosamente y sus líderes, sobre todo el del Partido Verde, un tal Juan Pablo Kuri, es un gran farsante: venía de la alianza con el priismo, cobró -y muy bien- con el morenovallismo y ahora está en la cuarta transformación.
Una fuente confiable le comentó a este tunde teclas que la estrategia fue mandar a todos los operadores priistas que estaban ya en la campaña de Barbosa para que se fueran a sufragar por el Partido Verde y del Trabajo.
¿El fin? Medir el verdadero voto duro de Morena.
Fue para así analizar con lupa qué tienen, con cuánto cuentan, qué tanto han hecho bien o mal los presidentes emanados de su partido. Era una auditoría interna, para ser más claros. Ya que, si se disecciona así la participación, verían también la fuerza con la que contaban las nuevas alianzas que se habían hecho durante la campaña y que no sólo fueran a engañar con promesas de llevar acarreados que al final no sirven de absolutamente nada, en algunos casos.
Nadie la vio venir, pero los resultados para Morena como partido a nivel estatal, en general, fueron desastrosos pero ahí realmente se vio quién sí cumplió lo que prometió, quién no cumplió, quién se tiró a la hamaca e hizo huelga de brazos caídos. Una de las razones del alto abstencionismo fue que muchos operadores esperaron -mal acostumbrados por practicas priistas y panistas- que les dieran sus mil o dos mil pesos para sus acarreados y el día de los comicios no llegó ningún dinero como en otros tiempos.
Además, los ediles de la zona conurbada (Puebla, San Martín Texmelucan, San Pedro y San Andrés Cholula, entre otros) además de resultar un fiasco nunca crearon estructuras municipales y si lo hicieron, no las mandaron a cuidar casillas o a hacer campaña por Luis Miguel Barbosa.
Esa es la razón por la que tienen muy claro quien cumplió y quien no.
El gobernador electo, le podrán achacar muchas cosas, pero de tonto no tiene un pelo, al contrario. Supo operar y cuidar su triunfo de manera quirúrgica. Ahora tiene bien claro qué tanto vale Morena y qué tanto valen los otros partidos. Y de esa manera tomar decisiones para la gobernabilidad y los comicios intermedios del 2021.
Al respecto, hay que decir que quien se abrogó el triunfo fue un tal Juan Pablo Kuri, a la fecha anda prometiendo puestos en el área de Medio Ambiente, pues dice que “yo me reúno seguido con el amigo y ya acordamos. Esa área nos toca”. ¿Quién sabe quién sea el amigo?, o si es imaginario.
Lo cierto es que tienen bien claro qué sí hizo y qué no hizo aquel que tiene a la fecha varios aviadores en la citada dependencia y en la delegación en la que trabaja su padre (Infonavit), pero eso es parte de otra historia que ya estaremos presentando más adelante.
La del dos de junio fue una operación con bisturí y que los panistas quienes también se tiraron a la hamaca, como los alcaldes de Morena, a ver las elecciones pasar no midieron, y les ganaron con la misma fórmula con la que en los recientes procesos electorales ganaba Rafael Moreno Valle: las coaliciones.
Entonces ya estamos con que el PRD y Movimiento Ciudadano ya son partidos que sin recursos del erario sirven para dos cosas: para nada y para una…
Columnistas, Noticias Destacadas