Morena en Puebla si sigue como va tarde o temprano va a implosionar. Si las elecciones del 2021 fueran hoy, la marca creada por Andrés Manuel López Obrador perdería todo.
Sus gobiernos municipales en la entidad, todos, están reprobados. Unos trabajan mejor que otros pero la realidad es que en la zonas metropolitanas están rebasadas por la delincuencia y no hay calidad en los servicios públicos.
Ya no hay ni cómo hacerle.
¿Qué se juega en el 2021?
Dos de los congresos más importantes: el federal de López Obrador y el local de Barbosa Huerta.
Así como están las cosas son focos rojos que hay en Puebla, San Pedro y San Andrés Cholula, San Martín Texmelucan, Amozoc, Tehuacán y Huauchinango. Por supuesto que los alcaldes de dichas demarcaciones niegan esta información, pues aseguran que tienen otros datos.
Lo de menos es que se pierdan las presidencias municipales, lo que verdaderamente preocupa a los que ocupan Casa Aguayo son las diputaciones locales. A nadie le conviene tener un gobernador de un partido y un legislativo de mayoría opositora.
En Puebla ya lo vivimos los últimos meses de Tony Gali Fayad y fue una parálisis que provocó, además de agruras, inicios de ingobernabilidad así como un incremento en la delincuencia.
Hasta hoy, los tiradores que quieren jugar por la alcaldía de Puebla con la marca de la Cuarta Transformación son: Gabriel Biestro, Olivia Salomón, Fernando Manzanilla y en una de esas se puede colar David Méndez. No hay que borrar a Eric Cotoñeto, aunque él no ha dicho aún a qué aspira.
De esa lista el único que no necesita la luz del gobernador porque tiene una trayectoria política y es quien tiene más trabajo en la administración pública es Fernando Manzanilla. Él ya conoce a todos los partidos, los grupos políticos, tiene en general buena relación con la prensa.
Cotoñeto, por su parte, arma una estructura ciudadana a sabiendas que Morena es una marca que ha sido manchada por sus gobiernos municipales. Esta organización que está armando servirá para declinarse al candidato que determine quien decide realmente en ese partido.
De los demás: Biestro, Salomón, Méndez carecen de todo, tienen la venia del mandatario pero no hay trabajo en tierra. Y se necesita una buena imagen qué construir porque la elección del 2021 ya está en marcha.
Si alguien piensa que falta mucho tiempo quiere decir que tiene otros datos (eufemismo para decir que está perdido). Tan solo en un mes los alcaldes de Morena cumplen su primer año al frente de su partido.
A los que piensan así y a los que han perdido el tiempo en frivolidades les hace falta ver más bax.
De ahí que para ganar necesitarán echar mano nuevamente del Partido Verde y del Trabajo, además del nuevo partido de Elba Esther Gordillo, Redes Sociales Progresistas, el cual agrupa a varios priistas, marinistas, y demás “istas” que se acumulen y necesiten refugio.
De la lista mencionada, ¿quién de todos ellos tiene buena relación con todos esos grupos?, ¿quién es el que más los ha trabajado? En la respuesta está la única manera de salvar a Morena de una implosión y quizá no necesariamente debe militar en ese partido.
Mientras eso ocurre, el PAN estatal se reagrupa.
Ya se limaron asperezas entre morenovallistas y panistas tradicionales. Se fumó la pipa de la paz y tanto en su Consejo estatal como en sus comités municipales juegan a su propia reconciliación porque saben que pueden ganar el Congreso del estado, las principales alcaldías y convertirse en una verdadera oposición local y nacional.
Los alcaldes de Puebla emanados de Morena al parecer no les interesa eso y prefieren seguir en sus respectivas lunas de miel, haciendo que lo bueno pase o pidiendo que les acomoden sus chakras.
La elección del 2021 inició desde que Miguel Barbosa llegó al poder y si los alcaldes ya no van a cambiar sus formas frívolas están en una crisis que puede provocar una implosión.
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