Yo no lo sé de cierto, pero supongo que más allá de que presuman sus triunfos Eric Cotoñeto o Gabriel Biestro en la realidad fue Miguel Barbosa quien ganó la mayor parte de los consejeros estatales de Morena, el domingo pasado.
Yo no lo sé de cierto, pero el dueño estatal del Partido del Movimiento de Renovación Nacional ahora sí es el gobernador poblano quien, haiga sido como haiga sido, impuso su estilo personal en los comicios recientes del domingo y, ahora sí, ya habrá un primer morenista de Puebla quien tire línea les guste o no.
Yo no lo sé de cierto, pero supongo que el gran derrotado fue Alejandro Armenta porque esta era su oportunidad de oro para retomar lo que para él estaba pendiente: el control de Morena y así pelear en el 2024. Entró en esta contienda con nada y salió igual.
Yo no lo sé de cierto, pero con el reciente operativo policiaco en el mercado Morelos, los seguidores del famoso delincuente “El Grillo”, quien operaba primero para los morenovallistas y después para los armentistas saldrán más temas a relucir de lo que ocurrió el año pasado en la elección a gobernador. Esos delincuentes de operadores en la cárcel son muy peligrosos.
Lo supongo.
Yo no lo sé de cierto, pero los adictos al barbosismo no deben acusar a Claudia Rivera porque su hermano sea consejero. La familia de la alcaldesa tiene sus canicas y juegan en esta lucha de poder. Se vale. Después de todo en la política siempre es una guerra de malos contra malos, supongo.
Yo no lo sé de cierto, pero supongo que el favorito del barbosismo se llama Eduardo Gandur. Poco se sabe de él. Ha manejado un bajo perfil hasta hoy. Trae una línea dura de ideología. Es el principal operador de Gabriel Biestro y seguramente (también lo supongo) su papel será abrirle los espacios en la estructura para que el líder del Jucopo se haga el candidato a la presidencia municipal en el 2021.
Yo no lo sé de cierto, pero supongo que, aunque ya dominen a la base morenista, no la tienen fácil en las elecciones constitucionales intermedias como algunos optimistas lo presuman. Hay un desgaste del poder en la Presidencia de la República (después del culiacanazo), todos los alcaldes emanados de Morena han entregado malos resultados y nada ha cambiado en la forma de hacer política en el Congreso del estado. Es, eso sí, una extraordinaria Oficialía de partes de la administración estatal.
Yo no lo sé de cierto, pero supongo que, aunque han querido minar a Fernando Manzanilla en la Secretaría de Gobernación, sigue teniendo fuerza para apagar los fuegos en la entidad. Desde que llegó Barbosa a la gubernatura bajó su perfil y ha evitado confrontaciones con los grupos internos tanto de Morena como del propio gabinete. Como también son evidentes sus aspiraciones para convertirse en el candidato en el 2021 a la alcaldía de Puebla, le aventaron toda la maquinaria pesada. Mucho se ha dicho y especulado sobre su permanencia en el gobierno barbosista, pero ahí sigue.
Yo no lo sé de cierto, pero la oposición poblana está pulverizada. El PRI está arrinconado, sin dirección ni liderazgo. El PAN hace un vago intento por unirse sin mostrar un discurso sólido. Si Acción Nacional ganara la elección sería por castigo o disgusto, pues hasta el momento no han hecho nada para que a nivel local uno voltee a verlos como opción de cambio.
Yo no lo sé de cierto, pero supongo que en la realidad nada ha cambiado. En Puebla los partidos políticos -todos- necesitan una figura paterna y recursos para operar. La democracia es para los griegos y para los pendejos, recita atinadamente un intelectual poblano.
Yo no lo sé de cierto.
Lo supongo.
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