Ocho años trabajando por los Derechos Humanos, Instituto Ignacio Ellacuría de la Ibero

Formación de alumnos, personal académico y de la sociedad; investigación para que los señalamientos tengan fundamento, y vinculación desde la Patagonia hasta Alaska para lograr fuerza en las denuncias, son los tres pilares del trabajo que han sostenido el trabajo de ocho años que el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ, de la Universidad Iberoamericana Puebla ha realizado en materia de Derechos Humanos.

Lo anterior, fue reconocido por Fernando Fernández Font, SJ, rector de la Ibero Puebla en la presentación del libro Metodologías de Investigación Búsqueda y Atención a las Víctimas del Caso Ayotzinapa a Nuevos Mecanismos de Lucha contra la Impunidad, realizada en el marco del Día Internacional de la Mujer y el octavo aniversario del IDHIE.

“El Instituto Ignacio Ellacuría se ha mantenido como un espacio congruente con la promoción de la dignidad de las personas y la búsqueda de la justicia social. La naturaleza de este trabajo tiene amenazas por muchos lados, no obstante, ha seguido adelante en su trabajo con organizaciones, movimientos y víctimas”, comentó el rector de la Ibero Puebla.

Asimismo, resaltó que el hecho de vincular un instituto con la actividad académica da por resultado este tipo de espacios que traen consigo reflexiones formativas y conscientes que contribuyen al logro de los objetivos de la Universidad con filosofía jesuita.

Caso Ayotzinapa, lucha constante contra la impunidad

Entender el contexto en el que vivimos, así como la existencia de nuevas herramientas y formas para la defensa de los derechos humanos, y la dignidad humana a la que toda persona tiene derecho, fueron líneas que sobresalieron en la presentación del libro.

Al respecto, en presencia virtual, Carlos Beristaín, integrante del Grupo Interdisciplinario para el caso Ayotzinapa agradeció a la Ibero Puebla la apertura para exponer su trabajo, al tiempo que argumentó que este libro es una herramienta para México, no habla del GIEI, habla para el acompañamiento a ONG’s, para Centros de Formación.

De igual forma, el miembro del GIEI afirmó que este documento muestra y hace entender qué herramientas eran las pertinentes para estudiar el caso, “si algo nos enseñó el caso Ayotzinapa, no fue solo la importancia de las herramientas; sino el valor de la ética de los funcionarios, el de los implicados y para contextualizar la emergencia social que vive México en materia de impunidad”.

Sobre el libro, Beristaín apuntó que está escrito en dos tiempos diferentes, el tiempo de cuando las cosas pasan -cuando se hace la investigación-, y el tiempo en que nos damos cuenta que las cosas pasan, “por eso es un trabajo que narra lo que vivimos en México y la realidad del país”.

Para cerrar su participación, el especialista argumentó que la investigación realizada no era solo para el estado, el esfuerzo involucra a los familiares, por ello era necesario escuchar las consecuencias de los hechos ocurridos. “En diversas reuniones las familias suplicaban al Estado que se pusieran en su lugar, pero si no hay empatía con los dolientes, todo queda en una estadística más”, finalizo el miembro del GIEI.

Con este escenario, Rosario Arrambide González, responsable de Orientación Jurídica y Psicosocial del IDHIE, señaló que este libro se conforma de seis capítulos. En estos se pone de manifiesto cómo fue que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) siempre buscó actuar desde y para la dignidad humana.

Arrambide González destacó que a lo largo de los seis apartados podemos encontrar cuál fue la experiencia para la conformación del GIEI a partir de una medida cautelar hecha por la CIDH, el segundo apartado habla de las características que debe tener el grupo de trabajo, sobre todo la interdisciplinariedad.

El tercer capítulo habla de la investigación del caso, así como de las estrategias de desprestigio que estaban orientadas a obstaculizar el trabajo de los expertos, y de cómo esta campaña impidió tener acceso a entrevistas con familiares de las víctimas y con elementos del Batallón 27.

El cuarto versa sobre la medida cautelar de las víctimas y la ruta de impunidad estatal, la cual puso todos los obstáculos para que el Grupo Interdisciplinario no pudiera cumplir con su misión; el quinto plantea la búsqueda de desaparecidos y el sexto narra lo relacionado con los informes emitidos por el GIEI, argumentó la especialista del IDHIE.

Por su parte, Alejandra González Marín, experta en atención a víctimas, comentó que la obra responde a uno de los eventos más dolorosos de la historia, que no debiera repetirse. “En ésta y en otros casos similares que acompañamos, pensamos que es una muy buena oportunidad del Estado para reivindicarse”.

Lo anterior, en un contexto donde en los últimos cuatro años se ha establecido una estrategia de seguridad que ha dado como resultado 33 mil personas desaparecidas y 174 mil homicidios.

Durante la presentación del documento acompañaron al autor, el rector de la Ibero Puebla y Covadonga Cuétara Priede, directora general del Medio Universitario.

marzo 12, 2018 - 10:40 am

Por: Staff

Educación

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