La Puebla de antes planteó las nuevas formas de identidad, ello hizo que se fundaran colegios y se determinaran ejercicios para el mejoramiento en la calidad de vida, ideas que se mezclaron entre indígenas y los nuevos pobladores, así nacen los edificios que nos dan esta nueva simbología como la que representa el famoso “Patio de los Azulejos”, “Patio de ejercicios” o “Patio de la Concordia”.
La construcción de este espacio está ligada a la actual iglesia de la Concordia edificada el 3 de junio de 1670 por el arquitecto Carlos García Durango sobre la antigua iglesia de la Santa Veracruz. (1535)
Ubicado en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla en la 11 Poniente #110, su acceso pasa desapercibido pero debido a sus particularidades es ejemplo de las edificaciones más importantes construidas en la época virreinal. Estilo regional fuertemente marcado por la mezcla de técnicas novohispanas con modelos extranjeros en lo que algún día fue la Casa de Ejercicios de La Concordia de Sacerdotes del Oratorio de San Felipe Neri.
En alguna época el edificio conocido como Casa de Ejercicios le fue segregada una parte sustancial al sur- oriente, donde se edifico un anexo de estilo decimonónico que invadió parte del patio central, el resto quedo intacto. El patio conservó la mayor parte de sus fachadas ornamentadas poblanamente con un azulejo colorido que simboliza y representa algunos elementos vegetales , estrellas, cenefas, marcos, hojas, etc. Los colores se armonizan con la inserción de estos elementos dispuestos en patrón bicolor para dar las diferentes formas, la simbología de los colores esta basada en la cultura occidental, el uso de duplas de colores puede añadir diferentes significados de oposición, cada color aporta un simbolismo específico: el azul con blanco simboliza a la Virgen María, el amarillo con azul refleja la sabiduría divina, el amarillo con verde la masculinidad o formas orgánicas en lo terrenal y el amarillo por sí solo simboliza divinidad o sagrado.
Existe ritmo en los elementos arquitectónicos, en la balaustrada revestida de talavera azul, en las cornisas, pináculos que refuerzan el sentido de agrupación para llegar a un equilibrio y estabilidad emocional propia de un espacio barroco.
Cada elemento que compone el patio representa algo, la composición de fachadas y el espacio en general, reflejan una fuerza arquitectónica que unida con el misticismo permiten entender que estamos hablando de un lugar dedicado a la espiritualidad, sin duda busca conmover al espectador.
En su arquitectura existe una ortogonalidad, un equilibrio como meta espiritual, hablamos de un espacio místico en el que existen elementos representativos horizontales en proporción de las fachadas frente a un repetitivo uso de columnas verticales, el uso de los colores, la geometrización de lo orgánico y la distinta profundidad de los paramentos, permiten tener una visión y percepción diferente para nuestros sentidos. Complejidad en el diseño y gran experiencia estética.
El Patio de los Azulejos hito dentro de las obras arquitectónicas más representativas de Puebla, integrador de valores históricos de su fábrica y valores intangibles del pensamiento novohispano. Testimonio físico de la habilidad técnica de quienes lo edificaron y reflejo de las necesidades espirituales de quienes le dieron uso en su tiempo.
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