Todo parece indicar que en Puebla si habrá una alianza entre los partidos Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN), sí y solo si se ponen de acuerdo con el abanderado de la capital.
La alquimia llegaría con tal de vencer a la 4T y lo impensable e imposible en otros tiempos, juntar el agua con el aceite, está en caminos de germinar.
Hace unos días, se empezó a construir el puente entre los priistas y panistas poblanos para aliarse, tras reunirse el delegado del comité ejecutivo nacional priista, Américo Zúñiga, tuvo una primera «plática informal» con la presidenta estatal panista, Genoveva Huerta.
En este primer encuentro, primero de varios acordados, no se han tocado puntos torales, cómo quienes serían los candidatos y con qué condiciones.
Eso podría impedir la alianza.
Pero los optimistas, afirman que se logrará, sobre todo porque no se ve otra manera de vencer a los partidos de la 4T encabezados por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en muchos municipios.
Por lo tanto, la manzana de la discordia podría ser Puebla capital o el inicio de una fractura, sobre todo porque al menos cinco priistas ya han alzado la mano para abanderar a su partido y algunos no están contentos con hacerlo con el PAN y PRD.
Lo mismo pasa del lado panista, donde no ven ni verán bien a los priistas.
En este juego, dicen, quien tiene más que perder es el partido blanquiazul, los que tienen posibilidades de triunfo, pero sólo con alianza.
En tanto, los priistas, no tienen ninguna posibilidad de triunfo, ni con alianza, de llegar a colocar a un candidato.
Por eso las presiones han iniciado de parte de los tricolores que han alzado la mano para buscar la presidencia municipal de la capital, como Enrique Doger, Valentín Meneses, Pepe Chedraui, Lucero Saldaña y Xitlalic Ceja.
En tanto, ya hay más de cien aspirantes a alcaldes en los distintos municipios poblanos, quienes primero tendrán que capacitarse para serlo.
Hay quien no confía y dice que esa capacitación, simplemente es para allegarse de recursos por la inscripción.
Del PRD mejor ni hablamos, porque este partido solo está en busca de colocar gente en algunos puestos, por lo que ven a la elección algo así como una especie de bolsa de trabajo.
Sus posibilidades cayeron, sobre todo ante la pérdida de credibilidad de Roxana Luna, quien pasó de ser férrea opositora morenovallista a alzarle la mano a Erika Alonso.
Ya se empieza a calentar la olla, poco a poco.