Sobre el pleito entre los Jenkins, por la repartición de los millones de dólares, aún hay muchos ríos de tinta por escribirse.
Y que el tema no parará con la espectacular toma de la Universidad de las Américas (UDLAP) por la fuerza pública, tras una orden de juez.
También hay una investigación por lavado de dinero, por lo que un Juez de Control Federal de Almoloya de Juárez, Estado de México, ya libró órdenes de aprehensión en contra de cuatro integrantes de la familia Jenkins.
Están en la lista: Jenkins de Landa, de su madre Elodia Sofía de Landa Irizar de Jenkins, y sus hermanos, María Elodia, Margarita y Juan Carlos de mismos apellidos.
Hay otra contra orden de aprehensión en contra de Juan Guillermo Eustace Jenkins.
Claro todos ya tienen sus amparos bajo el brazo y nunca salen sin ellos.
Todos acusados de haber ejecutado y participado en el lavado de los bienes obtenidos por el desfalco de la Fundación Mary Street Jenkins.
De acuerdo a la investigación realizada por la Fiscalía General de la República (FGR), se demostró que William Oscar Jenkins constituyó en la ciudad de Puebla, Puebla una fundación con el nombre de su fallecida esposa Mary Street Jenkins
A su muerte, hereda como única y universal a dicha fundación, estableciendo claramente que no dejaba a sus hijos herencia alguna, como lo señala el documento.
Pero, como se da en las mejores familias, sus descendientes, la familia Jenkins de Landa junto con otras personas, presuntamente despojaron a la Fundación un patrimonio que asciende a más de 14 mil millones de pesos.
El desfalco multimillonario supuestamente se llevó a cabo mediante una donación simulada en favor de Fundación Bienestar de Filantropía, institución controlada por los Jenkins de Landa.
Posteriormente, presuntamente realizarían diversas operaciones de lavado de dinero que ocurrieron en los estados de Puebla, Aguascalientes y se prolongaron a los paraísos fiscales de Barbados y Panamá.
Un poco de historia
En 2016, documentamos que la Fundación Mary Street Jenkins se quedó sin por lo menos 720 millones de dólares, ante la injerencia del gobernador Rafael Moreno Valle.
El ex mandatario ahora finado, benefició a Elodia Sofía de Landa Irízar, Guillermo Jenkins Anstead y Roberto Jenkins para crear la Fundación Bienestar de la Filantropía.
Así lo acusó entonces Guillermo Jenkins de Landa en un reportaje de Álvaro Delgado publicado en la revista Proceso bajo la cabeza de Denuncian “la mayor defraudación filantrópica en la historia”.
Puntualizó que los 13 mil millones de pesos equivalentes al presupuesto de Colima para el este 2016 descansa bajo el sol del paradisiaco Barbados.
Guillermo reveló que Roberto es uno de los allegados al gobernador y, siempre acude a fastuosos eventos como la inauguración del Museo Barroco Internacional y a los informes de Moreno Valle.
En la denuncia, Jenkins de Landa exige a la Junta investigar “el saqueo” y solicita que, si los responsables se niegan a restituir de forma voluntaria los recursos indebidamente desviados, se ejerzan acciones civiles y penales contra ellos.
Además, crearon una figura distinta, como la Fundación para el Desarrollo Latinoamericano SA de CV, certificada ante el primer notario de Circuito de Panamá, Roberto R. Rojas G., y cuyo instrumento notarial quedó asentado con el numeral 15,543.
Ello provocó que edificios emblemáticos cambiaran de estatus como un edificio de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), los clubes Alpha, el Colegio Americano y Loyola y hasta el centro comercial El Triángulo.
Como les dije al principio, aún falta mucho para que concluya esta historia de telenovela.
Tiempo al tiempo.