El mundo del teatro en México y el mundo no pinta nada bien después de lo que suceda con la pandemia de coronavirus.

Broadway está sufriendo uno de sus más grandes descalabros en la historia, miles de personas que dependen directamente del teatro la están pasando muy mal económicamente al no haber funciones.

Para todos es sabido que función que no se da es función que no se paga.

Bajo esa premisa hay personas que vieron reducidos sus ingresos a cero en cuestión de una semana.

En México la situación no es diferente, hay también muchas personas que se han quedado sin trabajo y que están a la espera de que esta pandemia finalice.

Lo malo es que nadie sabe los verdaderos términos en los que tendrá que realizarse ahora el teatro.

¿Quitarán filas de butacas? ¿Reducirán el aforo? ¿Los actores y las actrices usarán cubrebocas en escena? ¿Tendrán sana distancia?

La pregunta más importante es si los productores teatrales van a poder seguir haciendo teatro con una sala reducida al 30% de su aforo. Aquí hay solamente dos opciones: Aumentar considerablemente el precio de los boletos o dejar de dar funciones.

Un productor teatral sabe que una temporada con teatro más o menos entre un 50% y un 80% le permite pagar sus gastos fijos y tener un margen de ganancia pequeño.

Una sala al 30% no representa siquiera los gastos fijos, habría pérdidas función tras función y está bien que ellos amen el teatro pero no van sacrificar sus patrimonios.

Las dudas son muchas y las personas que dependen de que esas dudas se resuelvan también son muchas. No se ve una luz en el camino y una de las industrias del entretenimiento más florecientes de nuestro país está a punto de sucumbir si es que no se toman medidas certeras y en beneficio de todos.

El teatro no puede desaparecer, la magia que pasa en un escenario es única e irrepetible y no puedo siquiera pensar que nuevas generaciones tengan que conocer una nueva versión de lo que nosotros vivimos, vibramos y aplaudimos… no puede ser así.

Esperemos que nuestra nueva realidad permita seguir disfrutando de una de las principales fuentes de inspiración y trabajo para muchas personas en el mundo: el teatro.

Foto: Es Imagen / Jafet Moz